QUE SE DICE
Ir a los hechos

QUE SE DICE <BR>Ir a los hechos

El denominado Plan de Seguridad Democrática comenzó el sábado con un acto de mucho relieve en el barrio Capotillo. Hubo marchas y discursos y el presidente Leonel Fernández reafirmó que el gobierno se propone derrotar el crimen y la delincuencia y restaurar la paz. La forma de lograr ese objetivo es algo que está suficientemente dicho por las propias autoridades que ya se habían referido varias veces a los aspectos primarios de la violencia que serían la marginalidad, falta de educación y desempleo en la juventud, entre otros, y han hablado también de la necesidad de fortalecer a la Policía, entrenando, profesionalizando y equipando a los agentes para su labor.

Se podría decir que ya lo único que falta es que se actúe, y no con meros paliativos ni con esfuerzos restringidos a unos lugares de la ciudad. El gobierno ha dichoal país de que tiene una excelente receta para llevar seguridad a las calles y a los hogares y lo único que faltaría es que la aplique con el uso contundente de recursos. Hasta ahora eso no ha sido tan ostensible como la sociedad necesita.

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Después de las chichiguas

La aguda fragilidad del sistema eléctrico, que en los últimos días se ha manifestado en sucesivas caídas de la generación y la transmisión de energía, sitúa a la República Dominicana en una nueva vertiente de calamidades que se agregan a la tradicional insuficiencia del suministro. Se percibe que de repente la estructura de transmisión es demasiado vulnerable, casi como si se hubiese regresado a los tiempos en que cualquier chichigua era señalada como causa súbita de todas las tinieblas que arroparan al país en determinados momentos.

Aunque este es un mercado servido por una diversidad de entes que generan y distribuyen, la resposabilidad esencial de llevar la electricidad a todos los rincones del país es solo del Estado a través de lo que antes se conocía como CDE. Alguien debería explicar al país con todos los detalles lo que está pasando con estos desplomes eléctricos en cadena. Causa preocupación la posibilidad de que el sistema esté afectado de una sensible falta de controles y previsiones que son imprescindibles para reducir las posibilidades de caer en algún colapso o lo que llaman «black out».

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¿Y la carrera administrativa?

El acto más multitudinario de las puestas en posesión que se llevaron a cabo el pasado viernes ocurrió en el Instituto Postal Dominicano (Inposdom) con el retorno del licenciado Modesto Guzmán como director. Muchos activistas del Partido Reformista Social Cristiano acudieron a aplaudir y celebrar, confiando evidentemente en que se les abría una oportunidad para conseguir empleos, y porque además se trata de un veterano hombre de correos que conservó vínculos con mucha gente que también estuvo antes en los cargos y pretende estar de nuevo en una nómina claramente sobrecargada. La fama de Guzmán es que administró bien el servicio que habría caído en calamidades después de su salida al concluir el cuatrienio anterior del PLD.

La multitud que saludó su regreso hizo que el miedo se apoderara de muchos empleados situados entre las paredes del Inposdom que tienen motivos para pensar que con ellos se podría cumplir la voltereta de «quítate tú para ponerme yo» que caracteriza los cambios en la administración pública cuando las relaciones políticas y de amistad importan más de la cuenta. Ya veremos.

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