La puesta en orden y en valor de la avenida Duarte, en la que se concentran tumultuosamente muchos viandantes y muchos vehículos,no será tarea fácil aunque se considere conveniente emprenderla ahora. Hay que considerar positivo que el ayuntamiento del Distrito Nacional y el gobierno se propongan conjugar esfuerzos y recursos para que la importante arteria y sus entornos cobren el aspecto y la funcionalidad de una gran zona comercial por la que se pueda circular y permanecer sin los problemas que ahora imperan. El desorden del tránsito y del uso de las aceras como merdado de pulgas han mantenido a la Duarte bajo mal signo, a pesar de la intensidad e importancia de las actividades mercantiles y la trascendencia de sus principales establecimientos. Alreedor de esta multitudinaria plaza popular constituida por la Duarte y las calles que le cruzan o le son paralelas, han crecido densos núcleos de viviendas y negocios marcados por la pobreza. El hacinamiento en edificios ruinosos y cuarterías de parte atrás originan un problema social grave. No bastarían las modificaciones viales ni la creación de áreas peatonales y de parqueos subterráneos para hacer despegar la modernidad. La deuda social expresada en caos citadino obligará a tomar medidas más profundas . Lo que se anuncia, apenas sería el principio.

Paralizaciones efectivas

La inutilidad de la huelga en los ámbitos de la salud y la educación públicas parece ampliamente demostrada. La negación de servicios por parte de maestros y médicos es tan antigua como el país que resurgió con el ajusticiamiento de Trujillo, hecho que dio paso a la libertad… pero también a cierto desorden. ¿Han logrado prosperidad los educadores y doctores asalariados en su enfrentamiento a los gobiernos? No parecería que han avanzado mucho. Los que si han abundado son los males que usualmente afectan a las escuelas y los hospitales en perjuicio de millones de dominicanos pobremente educados y escasamente atendidos en sus problemas de salud. Las autoridades no se han mostrado muy sensibles a las paralizaciones de docencia y asistencia médica. ]A lo que sí reaccionan los gobiernos, y les hace mostrar empeño, es a la inactividad que consiste en apagar generadores. Cuando firmas extranjeras amparadas en contratos onerosos para la nación sacan de servicio sus unidades, el Estado trata de ponerse en acción. Puede que por razones obvias tarde en pagar la energía generada pero al fin y al cabo los inversionistas de la electricidad resultan complacidos.

¡Lo barato se impone!

Se ha dicho con preocupación y alarma de las partes interesadas que ciertos servicios aéreos que se brindan a altas horas de la noche y al amanecer, como los que ofrece la firma Jet Blue, podrían ser objeto de algún boicot o torpedeo entre bastidores por que atraen cada vez más viajeros y ensombrecen un poco el futuro de las grandes compañías predominantes. Dicen algunos de los que han ingresado al club de pasajeros madrugadores de las rutas EU-RD que la experiencia resulta muy satisfactoria y que es ventajoso acudir a los aeropuertos a deshoras porque están descongestionados y los trámites se realizan con gran agilidad. Entre quienes han preferido viajar mientras el resto de la gente duerme están, nada más y nada menos, que el gobernador del Estado de Nueva York, George Pataki y su esposa. Ambos se encuentran pasando el fin de semana en Casa de Campo y arribaron en un vuelo económico de la medianoche, sacrificando horas de sueño que hubieran podido pasar en buenas alcobas de tierra firme. ¡Qué ejemplo para los potentados locales!