Aunque Ramón Ventura Camejo, miembro del Comité Político, ande por ahí diciendo lo contrario, lo cierto es que sobran razones para asociar a propósitos reeleccionistas el “impulso” que le está dando un sector del PLD, el oficialismo que encabeza el presidente Danilo Medina, a la inclusión de las primarias abiertas en la empantanada Ley de Partidos y Agrupaciones Políticas. Empezando porque ese “impulso”, contrario a lo que asegura el también Ministro de Administración Pública, no pretende reforzar la democracia acercando a los ciudadanos a las entidades políticas sino imponérsela a la mayoría, y así pierde toda su gracia, su encanto y su sentido. Ventura Camejo se quejó también de que al debate nacional se quiera traer por los cabellos el tema de la reelección, “un fantasma de división del peledeísmo”, pero olvidando decir, probablemente sin querer queriendo, que quienes invocan ese perturbador fantasma son sus propios compañeros de partido, y más concretamente los que son funcionarios, que se creen beneficiarios directos de una eventual repostulación del mandatario. Algunos de ellos, viene al caso recordarlo ahora, con tan poco tacto como el gobernador de San Cristóbal, quien aprovechó la solemnidad de los actos conmemorativos del 173 aniversario de la proclamación de la Constitución para promover la reelección del presidente Medina. Y aunque el Ministro Administrativo de la Presidencia, el omnipresente José Ramón Peralta, jura y perjura que el mandatario “no tendrá la necesidad de repostularse” (¿se fijaron que no dijo, clara y contundentemente, “no se repostulará” ?), que sepa Ventura Camejo que le seguirá viendo la cara a ese odioso fantasma, que al igual que el Diablo ni duerme ni descansa.