Dos instituciones que luchan por los derechos de las llamadas trabajadoras sexuales, el Centro de Orientación e Investigación Integral (COIN) y el Movimiento de Mujeres Unidas (MODEMU), convocaron el martes pasado una rueda de prensa para protestar por los maltratos físicos y sicológicos cometidos contra las empleadas de los centros de masaje clausurados por la Fiscalía del Distrito Nacional. Lo más grave, empero, no es que se incurriera en esos supuestos maltratos, absolutamente condenables si realmente se produjeron, sino la denuncia hecha en esa rueda de prensa por el director ejecutivo del COIN, Santo Rosario, de que se le está cobrando a los propietarios de los establecimientos cerrados hasta RD$500 mil pesos para permitir que vuelvan a ofrecer sus relajantes servicios. ¿Y no dizque se trata de una cruzada por el rescate de la moral y las buenas costumbres?

Politizados

Doña Elena Villeya de Paliza, presidenta del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), aprovechó el homenaje ofrecido por el Senado a 54 destacadas mujeres de la vida dominicana para quejarse ante los periodistas por el excesivo énfasis que se pone, en la agenda nacional, a la política, en lugar de estar debatiendo la forma de alcanzar los niveles de competitividad que nos permitan asumir el reto que supone la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Y es verdad; se pone más atención a la convención del PRD que a los hospitales, que siguen -como siempre- cayéndose a pedazos, o al tirijala entre los reformistas que a la situación que se vive en Jimaní tras la inmensa tragedia, en la que nadie se interesa ya y muchos ni siquiera recuerdan. Pero si algún gobierno intenta, así sea tímidamente, emprender acciones en procura de sanción judicial contra la corrupción administrativa, se alega entonces, como si fuera la mejor coartada del mundo, que se trata de otro «show político» mas. ¡Cuánta razón tiene la presidenta del CONEP!

Resucitando un muerto

Tal vez sea mucho pedir que el senador Sucre Muñoz explique al país el verdadero propósito de reintroducir al Senado el proyecto de ley de Elecciones Primarias, aprobado por el Congreso pero declarado inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia, aparte de retomar un tema que se creía suficientemente debatido. Lo menos que puede pensarse, porque la imaginación es libre, de la sorpresiva iniciativa del senador por Barahona, es que se quiere recurrir al mismo traje con el que se pretendió poner fin a la crisis interna del entonces partido en el gobierno, un esfuerzo absolutamente inútil como posteriormente demostró la sentencia de nuestro más alto tribunal de justicia, pero en el que la nación agotó valiosas energías dignas de mejores y más productivas causas. Por eso es tan importante la explicación que pueda ofrecer Sucre Muñoz, quien deberá emplear todos sus recursos dialécticos para justificar ante al país la conveniencia de resucitar ese muerto.