QUE SE DICE
Lecturas de un discurso

QUE SE DICE <BR>Lecturas de un discurso

El tronante discurso pronunciado por el presidente Leonel Fernández durante la apertura de la Conferencia Internacional sobre Etica, Prevención y Sanción de la Corrupción, que sorprendió a propios y extraños por su encendido tono, solo puede tener -según analistas del patio- dos explicaciones posibles. O el mandatario, al que hay que considerar el hombre mejor informado del país, sabe algo que el resto de sus conciudadanos ignora, alguna oscura amenaza que se cierne sobre el destino nacional, o simplemente ha tenido que recurrir al efectismo de un discurso tajante y sin medias tintas para dejar bien claro que un gobierno capaz de defender con tanta firmeza nuestra soberanía nada tiene que ver con un acuerdo como el rubricado por la administración del agrónomo Hipólito Mejía con Estados Unidos, renunciando -con una obsecuencia lastimosa- a cualquier reclamo ante la dignidad nacional mancillada. Sea una cosa o la otra, o ninguna de las dos, algo sí ha conseguido esa alocución, al menos por el momento: relegar a un segundo plano el sordo conflicto que por lo bajo agita las aguas del peledeísmo tras el proceso de selección de los nuevos miembros del Comité Central, conflicto que amenaza -como los volcanes- con hacer erupción en cualquier momento.

Sin un chele

Esta columna se ha enterado, de muy buena fuente, que entre los miembros del Comité Organizador de la XXIII Bienal de Artes Visuales empieza a cundir el pánico en la medida en que se acerca el plazo fatal para la celebración del evento más importante de nuestras artes visuales y no se advierten señales de que las cosas marchan según lo previsto sino de todo lo contrario. No hay forma de que arranque el programa de difusión previsto por sus organizadores, como tampoco hay manera de que el secretario de Cultura, según los quejosos, se integre a las sesiones de trabajo a pesar de que es su Presidente, ausencia que ha contribuido, aún mas, a profundizar el desaliento reinante. El Comité Organizador, la dirección del Museo de Arte Moderno y representantes de la comunidad artística nacional están conscientes de las carencias con las que trabajan y muchos quisieran, por sus propios medios, hacer algo para mejorar una situación ciertamente precaria, pero tienen las manos atadas ya que todas las decisiones deben pasar, incluidas las que tienen que ver con la búsqueda de patrocinio, por el hermético despacho del Señor Secretario. El hecho de que todo camine al paso de la tortuga obedece, según el rumor público, a una razón estrictamente económica: Cultura se sobregiró en el montaje de la Feria del Libro, le debe a las once mil vírgenes y no tiene un chele ni siquiera para el afiche promocional. El cuadro, tal y como lo han pintado, no podría ser más desolador.

Contrastes

Lo mucho, como dicen por ahí, hasta Dios lo ve, por lo que resulta inevitable fijar la atención sobre los curiosos contrastes que se producen en la «nueva» justicia dominicana, esta vez a propósito de la sentencia de un juez de Higuey que descargó de responsabilidad a dos diáconos implicados en la violación de 29 niñas acogidas en un albergue regenteado por la Iglesia Católica. Andrés Piet, un ciudadano haitiano, acaba de ser condenado por un juez de Primera Instancia del Distrito Judicial de Valverde a una pena de veinte años por haberse robado una motocicleta, atendiendo una solicitud del representante del Ministerio Público, en pie de guerra frente a una delincuencia que ya plantó su maligna semilla en la región. El fiscal Germán Díaz Bonilla destacó lo atareados que estuvieron los tribunales en su jurisdicción la pasada semana, donde incluso fue condenado a treinta años un joven que asesinó cobardamente a una muchacha, acciones que -según el funcionario- procuran devolverle la tranquilidad perdida a sus compueblanos.

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