Las optimistas cifras ofrecidas por el Banco Central sobre el comportamiento de la economía dominicana siguen recibiendo cuestionamientos, hasta ahora no respondidos o simplemente ignorados, pero algunos de esos cuestionamientos, por venir de donde vienen, merecerían al menos una explicación de las autoridades a fin de despejar dudas o evitar malentendidos. El caso más reciente es el de la Asociación Dominicana de Zonas Francas (ADOZONA), institución que a través de su presidente, Arturo Peguero, quisiera saber de dónde sacaron los técnicos del Banco Central los datos que les permiten llegar a la conclusión de que ese sector creció 3,5% en el primer trimestre del año, cifra que consideran contradictoria tratándose de un período en el que cerraron 36 empresas, se perdieron 18 mil empleos y el valor de las exportaciones se mantuvo estático. Más o menos por la misma onda andaban en días pasados los representantes de la Asociación de Industrias de República Dominicana, sorprendidos de que la economía creciera, según esos mismos técnicos, un 4 por ciento, que consideran exagerado a partir de los numeritos de que disponen. O estamos ante un nuevo milagro de la macroeconomía en el que muy pocos quieren creer o alguien en el Banco Central descubrió la forma de sacar un enorme conejo de un pequeño sombrero.

Cuento de camino

El que quiera creerse el cuento -puesto a circular por una «fuente» de la Policía Nacional- de que se trató de una «confusión» lo que el empresario artístico Luis Medrano no ha dudado nunca en calificar como un intento de secuestro allá ellos, pero hay demasiados agujeros en esa versión «extraoficial» como para que la podamos tomar en serio. Si se trataba, como se asegura, de un intento de apresar a un supuesto estafador, ¿por qué huyeron los «agentes» que realizarían ese arresto cuando al lugar se presentó un patrulla de la Policía Nacional debidamente identificada? ¿Por qué no estaba presente, como lo prescribe el Código Procesal Penal, un ayudante fiscal? Luis Medrano es muy conocido en Bonao, donde acaba de abrir una oficina y es frecuente verle recorrer sus calles, por lo que también resulta cuesta arriba creer que lo confundieran con el fugitivo debido al supuesto parecido que ambos guardan. ¿Qué relación tiene con esa «confusión» el hecho de que la Policía de Bonao se negara a recibir la querella del empresario, negativa sobre la que nunca ofreció explicaciones satisfactorias? El cuento, como puede apreciarse, no solo cojea por todas partes sino que ha tenido un final muy poco feliz. Por eso seguimos prefiriendo el de Caperucita Roja y El Lobo Feroz. Era más divertido.

Aguas revueltas

Tenga o no tenga Luis Ynchausti elementos para formular una denuncia tan grave como que se prepara «un fraude mayúsculo» para alterar los resultados del VII Congreso Rafael Kasse Acta, el dirigente peledeísta ha conseguido, por lo pronto, dos objetivos importantes para su agenda personal: saltar de manera espectacular al centro del escenario público, con lo que acrecienta su importancia mediática, y sobredimensionar las tensiones internas surgidas a propósito de la celebración del VII Congreso. ¿Qué valor político tienen esos «objetivos» para el chico travieso del PLD? La respuesta es bastante sencilla. Por un lado fortalece su liderazgo entre las masas peledeístas descontentas, ciertamente numerosas, que se quedaron fuera del globo a la hora de la repartidera de cargos públicos y nombramientos, a la que vez que revuelve de mala manera las aguas internas de la organización, donde puede haber muy buenas ganancias si Ynchausti, además de eficiente agitador, demuestra que también es bueno pescando oportunidades.