¡Albricias! Las prioridades del gobierno de cara a la elaboración del Presupuesto para el 2007 seguirán siendo la educación, la salud y la creación de empleos, según el anuncio hecho por el director de la Oficina Nacional de Planificación, el licenciado Guarocuya Féliz, durante su visita al Congreso Nacional, a donde acudió precisamente a intentar cuadrar los numeritos del presupuesto del próximo año con los legisladores. Nunca falta, sin embargo, un “pero”; al igual que en el 2006, las mayores partidas de ese presupuesto estarán destinadas al servicio de la deuda externa y los subsidios al sector eléctrico, y por supuesto también al Metro de Santo Domingo, aunque eso haya olvidado decirlo el funcionario. ¿Cuánto quedará entonces para educación y salud, las cenicientas, en materia de inversión pública, del presente ejercicio presupuestario? No hace falta tener a mano esas cifras para saber que, al igual que este año, seguirá siendo insuficiente, una verdadera miseria, sobre todo si se toma en cuenta, como se ocupó de recordar el propio director de ONAPLAN, que en el 2007 habrá que saldar algunos pagos de la deuda externa pospuestos en los últimos tres años. ¿Moraleja? Que el gobierno destinará a sus principales “prioridades”, salud y educación, puras migajas. Literalmente.

¿Aumento disfrazado?

  Un irritado ciudadano se acercó a esta columna para “denunciar” lo que entiende es un aumento disfrazado del servicio que recibe y que paga -vale señalarlo- puntualmente a la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CASSD): RD$40 pesos por concepto de mantenimiento de su contador, que en lo adelante serán incluidos, mes tras mes, en su factura, según le explicó una muchacha detrás de un letrero de “Servicio al cliente” en la estafeta de la CAASD donde suele hacer sus pagos. Esa misma muchacha le informó, ante su requerimiento de mayores explicaciones, que se había tomado la decisión de cobrar ese importe debido a que se había vencido la garantía de los contadores, lo que obligó a la CAASD a contratar una empresa para su mantenimiento. La explicación, si acaso merece ese calificativo, no complació ni convenció al todavía irritado cliente, mucho menos después de que se puso a sacar imaginarias cuentas y cayó en la cuenta, valga la redundancia, del buen negocio que sería dedicarse a darle “mantenimiento”, mes tras mes, a todos esos contadores.

Vergüenza contra dinero

  Susanita Morillo, la eterna cronista de la societé criolla, hubiera dicho que se trató de un acto regio, de gran clase, pues sus organizadores tomaron en cuenta todos los detalles. Y efectivamente, así podría describirse el acto que sirvió de  escenario a la presentación de los equipos de campaña que acompañarán al ingeniero Miguel Vargas Maldonado en su búsqueda de la nominación presidencial del Partido Revolucionario Dominicano, pues allí primó -con perdón de Susanita- el glamour y el buen gusto, como suele suceder cuando no se repara en gastos para que las cosas queden bien, pero además estuvo todo el que tenía que estar, incluidas las principales autoridades perredeístas. El acto constituyó, no vale la pena negarlo, una nueva demostración del empuje de la candidatura de Vargas Maldonado, de su capacidad de convocatoria, lo que sin duda contribuye a fortalecer la percepción general de que en la competencia interna perredeísta va a pesar más el dinero que la vergüenza.