QUE SE DICE
«No pasarás»

QUE SE DICE <BR>«No pasarás»

Lo que empezó como una broma de algunos de sus amigos, decididos a no desperdiciar la oportunidad de su nombramiento como embajador plenipotenciario en Chile para darle un poco de cuerda, ha terminado convirtiéndose en amarga realidad para el veterano periodista Miguel Angel Velázquez Mainardi, mejor conocido -definitivamente- como Velazquito, quien todavía se niega a creer que en el Senado se haya decidido boicotear su nombramiento invocando pasadas críticas que hiciera, como parte del oficio al que ha dedicado prácticamente toda su vida, al desempeño de nuestros legisladores. El mundo no se acabará, por supuesto, si Velazquito no logra tomar posesión de la embajada dominicana en Santiago de Chile, como lo ha dispuesto un decreto del presidente Leonel Fernández, aunque sí sería un pésimo precedente, del que no tardaríamos en arrepentirnos, que sea a causa de la intolerancia y la mezquindad de los señores senadores de la república.

Sellar la frontera

Parece que las Fuerzas Armadas están decididas a «sellar» la frontera al tráfico ilegal de todo tipo de mercancías hacia y desde Haití, que van desde drogas narcóticas hasta armas de fuego y automóviles. El saldo del más reciente operativo de los cuerpos castrenses -81 armas de fuego, 180 vehículos, más de libras de cocaína y 51 de marihuana incautadas- es ciertamente alentador, pero también pone en evidencia, y de qué manera, las preocupantes dimensiones de ese ilegal negocio. Hace tiempo que se viene denunciando que la gran cantidad de armas que nos llegan desde Haití es en gran parte responsable de la altísima mortandad que produce nuestra criminalidad, pero esas denuncias nunca se acompañaron de acciones concretas. Ojalá que, en esta oportunidad, el freno que se ha puesto a todo ese trasiego, sobre todo en lo que respecta a las armas y las drogas, sea total y definitivo.

Del Metro al Higuero

El profesor Miguel Ruiz Montañés, director de Transporte Urbano del Ayuntamiento de Málaga, nos acaba de regalar un excelente consejo: antes de involucrarnos en la construcción de un Metro, debemos poner en orden la casa, mejorar las actuales redes de autobuses, optimizarla, una tarea que todo el que conoce la forma en que está «organizado» nuestro sistema de transporte público no dudará en calificar, sin riesgo de exageraciones, de titánica. El experto español, quien recientemente ofreció una charla en INTEC, nos hizo también una advertencia digna de tomar en cuenta: el consenso, en una obra de esa envergadura, que será además para toda la vida, es fundamental. A propósito de esas recomendaciones, absolutamente gratuitas, es de esperar que el gobierno sopese cada uno de los pasos que de a fin de evitar que, a causa de su empecinamiento en iniciar una obra que tal vez nos quede grande, repitamos experiencias tan negativas como la del aeropuerto El Higuero. Iniciada su construcción, contra todas las recomendaciones técnicas, en el pasado gobierno peledeísta, todavía no ha podido ser inaugurado, a pesar de haberse invertido, entre el gobierno y el sector privado, poco más de mil trescientos millones de pesos en sus hermosas instalaciones.

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