Ofender a un Presidente de la República en el país mas presidencialista de la bolita del mundo tiene, necesariamente, negativas consecuencias para el perpetrador de la ofensa, que siempre dependerán del humor, o del talante democrático, del ofendido. Por eso es mala noticia, en medio de la crisis que vive el PLD, que el miembro del Comité Político Felucho Jiménez diga que la reconciliación de las facciones antagónicas que lo mantienen al borde de la división es casi imposible, debido a que el expresidente Leonel Fernández ofendió al presidente Danilo Medina cuando lo llamó dictador del siglo XXI. Pero según Felucho el expresidente Fernández está a su vez ofendido con el mandatario, pues está convencido de que la salida a escena de Quirino Ernesto Paulino Castillo cobrándole una supuesta deuda fue una maldad que salió del Palacio Nacional. Y aunque no lo haya dicho el también presidente de la Refinería Dominicana de Petróleo, lo mismo debe estar pensando de la “maldad” de poner al deslenguado de Jaime Bayly a decir todas esas barbaridades, que calificó de “infamia y vil calumnia” en su cuenta de twitter. Son esas “profundas heridas” las que llevan al dirigente peledeísta a decir que el PLD está al borde de la división, recordando, con inocultable fatalismo, que las rupturas en ese partido son cíclicas. ¿Es hora de que se cumpla, fatalmente, ese ciclo, y el PLD caiga en el abismo abierto por las mutuas ofensas entre sus dos principales líderes? No son pocos los peledeístas que, en este momento, comparten el pesimismo de Felucho Jiménez, de ahí la importancia de que la vicepresidenta Margarita Cedeño les ofrezca la opción de una “tercera vía” que pueda evitar la catástrofe que significa perder el poder, o algo todavía mas preciado y valioso: la libertad.