Qué se dice
Oportuna advertencia

Qué se dice <BR><STRONG>Oportuna advertencia</STRONG>

Muy oportuna ha sido la advertencia del jefe de la Policía Nacional, el mayor general Bernardo Santana Páez, a los oficiales y agentes bajo su mando de que es su responsabilidad cuidar bien los vehículos entregados por el gobierno a la institución para reforzar la lucha contra la delincuencia, y sobre todo la de no utilizarlos en tareas ajenas a las labores policiales o en diligencias particulares. Santana Péez recordó a esos oficiales y agentes que esos vehículos han costado muchos sacrificios al país, por lo que habrá un monitoreo permanente del uso que se les da y si reciben el mantenimiento adecuado. Ha sido una nefasta tradición, no solo en la Policía sino también en otras instituciones del Estado, tratar con muy poco respeto y consideración los bienes públicos, sin dolientes ni siquiera entre aquellos que están llamados a ser sus principales beneficiarios. Si el general Santana Páez consigue que sus subalternos cuiden esos vehículos, pagados con recursos de los contribuyentes, habrá empezado a cambiar una costumbre infame y mas que nada onerosa para un país pobre y plagado de necesidades como República Dominicana.

Tarifas y combustibles

  Tres de los principales sindicatos del transporte de pasajeros, CNTU, FENATRANO y CONATRA, empezaron desde ayer a aplicar rebajas en las tarifas que van desde uno a diez pesos, en atención a las rebajas experimentadas por los combustibles en las últimas semanas. Los precios de pasajes del transporte urbano, suburbano e interurbano, sin embargo, no son los únicos que se niegan a reflejar el descenso en los precios de los combustibles, pues igualmente ocurre con los productos de la llamada canasta familiar, los de mayor consumo entre la población. Tal vez haya sido por eso que los generosos sindicalistas, inspirados por el “sacrificio” que acaban de hacer por el país y sus conciudadanos, se atrevieron a sugerirle al gobierno que obligue a los comerciantes a bajar los precios de los productos en los mismos niveles en que lo han hecho los combustibles. Los transportistas no son las más indicados para hacer ese tipo de sugerencias, pero cuánto agradecería el país que, aunque solo fuera en esta ocasión, el gobierno les hiciera caso.

Resistencia

  Llama la atención, a casi dos meses de la entrada en vigencia de las medidas contra la delincuencia, la gran cantidad de negocios que son cerrados cada fin de semana por violar la disposición que regula la venta de bebidas alcohólicas. La irreductible vocación de los dominicanos a vivir al margen de la ley, alimentada sin duda por la inconsistencia de las autoridades en exigir su respeto y cumplimiento, podría explicar la resistencia de esos negocios, y por supueto también de sus parroquianos, a respetar las medidas oficiales destinadas a controlar el auge de la delincuencia y la criminalidad. Es probable, sin embargo, que si se publicaran con pelos y señales los nombres de esos negocios y sus propietarios se produjeran menos violaciones a unas medidas que, tal y como ha sido demostrado, benefician a la mayoría de la población. ¿Por qué no hacen la prueba?

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