QUE SE DICE
Otra fórmula mejor

QUE SE DICE <BR>Otra fórmula mejor

Es probable que el gobierno termine dejando de lado el plan de prohibir la circulación de vehículos privados una vez a la semana en función del número final de las placas, par o none. Se están ejerciendo influencia para convencer a las altas instancias de que las restricciones al consumo de carburantes que mejor podría hacer cumplir el gobierno serían imponer un horario a las gasolineras y a las expendedoras de gas o cerrándolas los fines de semana.

La logística para lograrlo no tendría que emplear muchos recursos como seguramente reclamaría el pretender imponer un control masivo sobre la circulación de cientos de miles de vehículos sobre el territorio nacional. El gobierno incluso podría decidirse por reducir en alguna proporción el despacho de combustibles desde la Refinería y a partir de ahí serían las estaciones de expendio al detalle las que tendrían que administrar sus existencias a nivel nacional para no quedarse desabastecidas antes de que vuelvan a ellas los tanqueros.

—–

Guerra de cervezas

La llegada de la firma Ambev con su producto Brahma ha dado mucho movimiento al mercado cervecero, un ámbito dominado por la Presidente por más de medio siglo. Lo que ha estado más a la vista es una intensa ofensiva publicitaria. La marca nueva trata de hacer llegar su imagen a todas partes, mientras la que ya estaba se empeña en reforzar su presencia en los medios de difusión. Hasta ahí nada fuera de lo normal.

El otro gran combate –se ha sabido- está librándose entre bastidores, pues en estos momentos los mecanismos de distribución de ambos colosos se entrelazan en todo el territorio nacional y cada uno trata de crear o conservar lealtades en los núcleos de intermediación. ¿Hasta dónde llega cada quién para lograrlo? Habría que ver. Pero se afirma que las técnicas que se ponen en juego para dominar segmentos de la plaza son de antología. Con el detalle de que Presidente se está moviendo con facilidades crediticias excepcionales para los propietarios de los centros de expendio, algo que todavía la competencia no ha puesto en juego.

—–

Patrias y banderas

En República Dominicana predomina el criterio de que la Bandera Nacional es para las astas y las solemnidades únicamente, y por ello rigen normas que el Poder Ejecutivo pretende reforzar con un duro proyecto de ley contra todos los usos informales de la enseña, sus colores y diseño. Nada fuera de lo estrictamente patriótico. Y por tanto se desautorizará todo empleo de los símbolos nacionales en promociones de razones comerciales o políticas. En Estados Unidos se rigen por otro criterio mucho más flexible, aunque los estadounidenses tienden a sentirse muy orgullosos de su origen y su historia e incluso a suponer que han logrado uno de los más exitosos proyectos de nación.

Las barras y las estrellas suelen aparecer en Norteamérica en los sitios más inverosímiles; desde los bikinis hasta los trompos y otros juguetes. Los norteamericanos parecen entender –y allá ellos con ese criterio- que sus símbolos patrios no son denigrables, aunque se cuestione a la gente que los lleve. Y que donde esos colores vayan también van sus glorias, incluso cuando, estampados en los trajes de baño, cubren los genitales de algunos individuos.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas