Tengamos, por lo menos, la honestidad de reconocerlo: lo que sucedió ayer en el aeropuerto Las Américas con el equipo de las Aguilas Cibaeñas, representación dominicana en la Serie del Caribe a celebrarse en Mazatlán, México, nos retrata de cuerpo entero.

Y no solo porque demostramos, una vez mas, nuestra patológica inclinación a dejarlo todo para última hora, sino porque al final, después de una angustiosa espera y de mantener a todo un país en vilo, hasta que apareció el  gobierno, cual chapulín colorado, dispuesto a resolver el problema, disponiendo el alquiler en Miami de un avión que traslade a nuestra delegación, incluídos los numerosos acompañantes, a su destino. ¿Que de dónde saldrían esos recursos? Del mismo lugar de siempre: de los bolsillos del noble y sufrido contribuyente, el mismo al que ahora se le pide, a propósito del recién firmado acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que se apriete un poco más el cinturón.

Una buena idea

El síndico del municipio Santo Domingo Oeste, Francisco Peña, ha tenido una idea magnífica: solicitar una audiencia, junto a los demás síndicos de la provincia, al presidente Leonel Fernández, para plantearle directamente al mandatario las dificultades por las que atraviesan esas municipalidades y convencerle de que les eche una mano. Peña reveló a El Nacional que sus colegas de Santo Domingo Norte, Santo Domingo Este, Boca Chica y el Distrito Nacional solo aguardan la respuesta del presidente Fernández, que se espera sea afirmativa, para acudir presurosos al Palacio Nacional. No hay que dudar, entonces, que ese encuentro -si se produce- será beneficioso para ambas partes; para los ayuntamientos, porque siempre cae bien una boronita gubernamental para fortalecer la capacidad de los cabildos de dar respuesta a las múltiples necesidades de sus munícipes, y para el propio Poder Ejecutivo, que puede así restablecer cierta equidad entre los ayuntamientos de la provincia Santo Domingo, resentidos por la generosidad y presteza conque el gobierno atiende las demandas del más viejo ayuntamiento del Nuevo Mundo y su síndico Roberto Salcedo.

Insurrección municipal

Fausto Ruiz, presidente de la Federación de Municipios, ha pedido al secretario general de la Liga Municipal Dominicana que se pronuncie en torno al conflicto que mantiene enfrentado al ayuntamiento del Distrito Nacional y la institución rectora de los ayuntamientos, a causa de la reducción de los recursos que por ley corresponden al cabildo capitaleño. En lo que ese pronunciamiento se produce hay que decir, sin embargo, que tras bambalinas el doctor Amable Aristy Castro ha puesto todo su empeño en convencer a Roberto Salcedo de llegar a un entendimiento, pero tal parece que las expectativas presupuestarias del síndico están muy por encima de lo que está en capacidad de ofrecer el habilidoso político higueyano, que deberá apertrecharse bien para resistir la avalancha de reclamos de síndicos de todo el país inconformes con los recursos asignados por la Liga y dispuestos, al igual que Salcedo, a declararse «independientes».