¡Saquen sus trapos sucios al sol, compañeros, que aquí habrá reelección o se hunde el partido! Así grita desaforado, perdido completamente el juicio, el loco que se soltó en el PLD, donde los intereses contrapuestos de los que se quieren quedar a toda costa y los que quieren regresar a cualquier precio han roto los diques de contención de la prudencia; y, peor todavía, del respeto y la consideración que deben guardarse como compañeros de partido. Ese loco metafórico y suelto es mucho mas real de lo que parece, y todos los que están enterados, peledeístas o no, de la guerra de tuits que protagonizaron el portavoz de la Presidencia, Roberto Rodríguez Marchena, y el miembro del Comité Político Franklyn Almeyda, están obligados a darme la razón, pero también a preguntarse si los cuchumil asesores del presidente Danilo Medina reciben un chequecito tan jugoso por sus servicios como el del exministro de Interior y Policía, mientras la seguridad de los ciudadanos sigue en manos de los delincuentes. El ríspido intercambio ha servido para ilustrar, con tono de pleito de comadres de barrio, el peligroso deterioro del clima de convivencia interna en el PLD, y confirma lo que para muchos era, hasta “la confesión de partes” del portavoz presidencial, una sospecha sin pruebas: que en el Gobierno hay botellitas, botellas y botellones para todos los gustos y categorías. Y en la cima de esas categorías están, lógicamente, los miembros del Comité Político, con derecho a tener las cucharas mas grandes para que puedan servirse a su gusto, y cuantas veces quieran, del opíparo banquete.