Qué se dice
Policía penitenciaria

Qué se dice <BR><STRONG>Policía penitenciaria</STRONG>

Hay que desearle mucha suerte a la Procuraduría General de la República en sus esfuerzos por reclutar el personal que integrará el cuerpo de vigilancia penitenciaria, para lo cual ha convocado a jóvenes bachilleres entre 21 y 35 años a los que les interese “engancharse” a una nueva profesión por la módica suma de diez mil pesos al mes. Luego de recibir entrenamiento durante cuatro meses ese personal será integrado, de manera gradual, a la custodia de nuestras principales cárceles, pero la meta es la sustitución total del personal del Ejército Nacional y la Policía que actualmente desempeña -mal que bien- esa tarea. Quitarle a los guardias y policías esa responsabilidad para traspasársela a un personal especializado no evitará, de un día para otro, que custodios y reos actúen en complicidad para hacer posible la gran cantidad de negocios que se mueven dentro de una cárcel, pero sí es un paso importante hacia un trato más digno y humano a quienes guardan encierro y, de paso, hacia una gestión más eficiente el maltrecho sistema penitenciario dominicano.

La Gran Estafa

  Pasará mucho tiempo antes de que los anales del crimen en el país registren otra estafa de la importancia y dimensiones de la que la Policía Nacional le atribuye haber urdido a dos mujeres, una de ellas empleada de la Fiscalía de San Cristóbal, que timaron con poco más de treinta millones de pesos a 260 personas a las que prometieron enviarlas a España a trabajar. Previo a su envío a Najayo por un juez de instrucción de la provincia de Santo Domingo un grupo de los estafados intentó lincharlas, lo que pudo evitarse gracias a la rápida intervencion de las autoridades, pero ayer los quejosos se trasladaron a San Cristóbal, donde organizaron otra protesta pidiendo a gritos que no solo se castigue a las responsables del engaño sino también a los “pejes gordos” que las apadrinan. Parece que los agraviados sospechan, al igual que mucha gente, que esas mujeres no actuaron solas. ¿Machismo o simple sentido común?

Traspiés

  Nadie puede culpar al doctor Octavio Líster, director del Departamento de Prevención de la Corrupción, si a estas alturas está más que arrepentido de haber admitido públicamente que retuvo varios expedientes de corrupción contra ex funcionarios de anteriores gobiernos para evitar “malas interpretaciones” en medio de un proceso comicial, pues para mucha gente esa declaración ha venido a darle la razón a todo el que le ha criticado a este gobierno su falta de firmeza a la hora de emprender una verdadera lucha contra la corrupción administrativa, una de las banderas que mas alto levantó durante la campaña electoral presidencial del 2004. Lo irónico del caso es que si hay un funcionario que ha sido coherente en su reclamo de que los corruptos deben ser llevados sin contemplaciones ni negociaciones ante la justicia ha sido, precisamente, el actual director del DEPRECO, hasta el día en que olvidó que en política hay cosas que se piensan pero que no se dicen.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas