QUE SE DICE
Problema de empaque

QUE SE DICE <BR>Problema de empaque

El anecdotario político criollo se escribe todos los días, lo que explica su riqueza y variedad, y para muestra basta un botón: la gobernadora de San Francisco de Macorís acaba de solicitar al Poder Ejecutivo la cancelación inmediata del director regional de Inespre, aparentemente molesta porque el funcionario utilizó fundas con emblemas reeleccionistas del entonces presidente Hipólito Mejía para empacar la ayuda navideña que se distribuyó entre los pobres de la zona por cuenta del Plan Social de la Presidencia.

¿Cuál ha sido el pecado de ese hombre, que se ha defendido explicando que esas eran las únicas fundas disponibles? Probablemente ninguno. Se trata, en uno y otro caso, del mismo gesto de corte y naturaleza clientelista, en aquella ocasión para promover la reelección de Hipólito Mejía, y en este -por lo menos hasta ahora- un rutinario ejercicio gubernamental de caridad interesada. El problema, entonces, no puede ser ni moral, ni legal, ni mucho menos político, sino de empaque. Simplemente.

Mirando las estrellas

Dice Vicente Sánchez Baret, presidente del Partido Revolucionario Dominicano, que algunos medios de comunicación son injustos con el PRD, pues solo resaltan los aspectos negativos de un partido que -a su decir- ha sido el artífice de la democracia dominicana. Esa injusta situación, sin embargo, no lo mortifica demasiado, pues «más tarde o más temprano, cuando pasen los nublados, contaremos las estrellas». Nadie pretende llevarle la contraria a Sánchez Baret, en derecho de pensar lo que quiera sobre los medios de comunicación, pero sus declaraciones han servido por lo menos para saber a qué podría dedicarse el veterano dirigente perredeísta si algún día decide abandonar la política: la Astronomía.

Mal de muchos

Reynaldo Pared Pérez, secretario general del Partido de la Liberación Dominicana, desmintió ayer de manera categórica que esa organización haya recibido recursos del ex capitán Quirino Ernesto Paulino Castillo, invocando -como garante de la falsedad de esa acusación- la ética boschista que norma la vida y los actos de los miembros de esa organización. Y puede tener razón, pero desgraciadamente en este país ya hay demasiado gente convencida, porque lo ve expresado de distintas maneras, todos los días, en los medios de comunicación, que el narcotráfico ha cruzado todas nuestras fronteras y tocado todas nuestras puertas. Eso no es del todo cierto, desde luego, pero ahí radica -precisamente- la perversidad de aquellos que propalan, a los cuatro vientos, que en esas materias ningún partido político está en capacidad de arrojar la primera piedra. La lógica es muy simple, pero igualmente cínica: si nada sirve, nada se pierde; si todos somos criminales, poco sentido tiene echarnos en cara, unos a otros, nuestros crímenes. ¿Comprende ahora lo que tratamos de decirle?

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