Como en sus mejores tiempos, cuando cada lunes el país amanecía sobresaltado por alguna ocurrencia o declaración de su atípico y desbocado Presidente, Hipólito Mejía ha marcado, con su estilo característico, el rumbo noticioso de la semana que apenas despunta. Durante un recorrido el fin de semana por el sur, que empezó el sábado en San Juan de la Maguana, el ex mandatario nos recordó su extraordinaria capacidad para atacar en distintos frentes; acusó al gobierno de utilizar el tema del narcotráfico para ocultar la supuesta crisis que afecta a la banca, tildó de inexperto al Secretario de Medio Ambiente por el manejo de los incendios forestales y calificó, de paso, como una «burla al pueblo» el hecho de que el gobierno haya nombrado en cargos públicos a los principales acusados del caso PEME. Lo más interesante, sin embargo, no ha sido confirmar la vocación para la garata de Mejía sino el hecho de que todo el mundo -banqueros, funcionarios y líderes políticos- se sintiera obligado a responder su andanada, como en los días en que había que prestarle toda la atención que merece un presidente en el país más presidencialista del mundo. ¡Enigmas de la política criolla!

Agotando la paciencia

Mientras la tanda de apagones prosigue su agitado curso, sobre todo en el Cibao y los barrios de la zona norte de la Capital, la empresa Distribuidora del Este (EdeEste) se despacha con una revelación francamente desalentadora: solo cumple con lo acordado con el Fondo Monetario Internacional de abastecer, al igual que el resto de las distribuidoras, apenas un 70% de la demanda, como una manera de reducir en el menor tiempo posible el déficit financiero del sector. Eso quiere decir, para no complicarnos la vida con explicaciones técnicas, que los apagones seguirán en sus buenas, acabando con la poca paciencia que le queda a una gran parte de la población. ¿Qué opinarán de eso los grupos comunitarios que el fin de semana se reunieron con las autoridades para advertirles que si la cosa sigue como va en el país podría producirse un estallido social?

Un buen consejo

Servio Tulio Castaños Guzmán, director de la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS), ha dicho en voz alta y en un programa de televisión lo que mucha gente comenta de manera abierta en las calles: a quienes más conviene esclarecer, en un juicio oral, público y contradictorio, todo lo relativo al caso PEME es, precisamente, a los propios acusados, pues solo así podrían, en su propio beneficio y el de sus familias, dejar limpios sus nombres ante una sociedad que les mira y les juzga. Seguir jugando a las escondidas con ese expediente, según el razonamiento de Castaños Guzmán, solo empeoraría la situación de los inculpados, que no podrían librarse nunca, ni ellos ni sus descendientes, de un baldón tan pesado, pues siempre quedarán las dudas, la suspicacia, la posibilidad de que el día menos pensado aparezca el dedo acusador señalándolos. Los aludidos, por supuesto, no tienen porqué hacerle caso al director de FINJUS, pero alguien tenía que tomar nota del buen consejo y hacérselo llegar a los interesados. Misión cumplida.