QUE SE DICE
Sumar no cuesta nada

QUE SE DICE <BR>Sumar no cuesta nada

Algunos bellacos que andan por ahí, impacientes por el prolongado mamoneo de la comisión organizadora de la convención perredeísta para dar a conocer el número de participantes en ese proceso, están considerando la posibilidad de ponerse ellos mismos a contar los votos, a partir de las informaciones publicadas en la prensa en las que se señala como más votado al presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, con 64,667 votos, seguido de Daniel Carvajal Lois con 33,087. Olvidan, los impacientes bellacos, que más temprano que tarde tendrá que saberse cuántos perredeístas votaron, pues no hay forma de determinar quién ganó en cada una de las posiciones en disputa que no sea contando los votos, de lo que inevitablemente saldrá un resultado final. Las cosas, por supuesto, no son tan simples como sumar dos más dos para los integrantes de esa comisión, que encabeza doña Milagros Ortiz Bosch, que si bien han cumplido a cabalidad el propósito de sacar al PRD del trance renovador sin descalabrarse en el intento, es comprensible y hasta lógico que quieran darse un respiro antes de sentarse a discutir, con la cabeza fría y la familia unida, las razones de la escasa participación de la militancia en esa cacareada convención.

El derecho ajeno

Así como se reclama, con justa razón, el derecho al libre acceso a la información que tienen los medios de comunicación, sobradamente garantizado por la Constitución y una ley adjetiva de reciente aprobación, hay que reconocer también que ese derecho tiene sus límites, que en el caso que nos ocupa termina precisamente donde empieza el derecho de los pacientes del hospital José María Cabral y Báez, de Santiago, a no ser perturbados por un camarógrafo o un audaz reportero, a menos que se tenga el consentimiento, primero, del personal médico que los atiende, o de alguno de sus familiares. La dirección del hospital y un grupo de periodistas mantienen un agrio enfrentamiento por las restricciones impuestas por el director del centro asistencial, doctor José Rodríguez Aybar, al trabajo que realizan los reporteros, con el pretexto de proteger a los pacientes de acosos impertinentes. Ojalá se aclare, lo más pronto posible, ese malentendido, para satisfacción de los inquietos muchachos de la prensa y la televisión santiaguera, que solo aspiran a realizar un buen trabajo, y la tranquilidad que necesitan los pacientes del Cabral y Báez para poder recuperar su buena salud.

Vuelta atrás

El doctor Amable Aristy Castro, presidente de la Liga Municipal Dominicana e influyente dirigente reformista, no solo es uno de los políticos -libra por libra- más exitosos de este país sino que se ha ganado a pulso su fama de hombre pragmático, una cualidad extraordinariamente valiosa en el mundo político criollo. Ese exitoso itinerario vital y político tiene que ser, necesariamente, razón suficiente para que, por lo menos entre las filas reformistas, se preste ateción a sus opiniones y sugerencias, la última de ellas -según supo este diario- con verdadero cocorícamo, pues supone una vuelta atrás para un partido inmerso en un proceso de renovación y modernización. Don Amable sugiere que se escoja, sin el requisito de una elección interna, a los candidatos a senadores para las elecciones congresionales y municipales del próximo año, y hasta señaló nombres de algunos candidatos; Eduardo Estrella, en Santiago, y José Hazim en San Pedro de Macorís, entre otros destacados dirigentes que, según el presidente de la LMD, constituyen verdaderas opciones ganadoras en muchos puntos del país. La propuesta supone, no habría ni que decirlo, una vuelta a la dedocracia tan criticada al doctor Joaquín Balaguer, críticas que el genio político del caudillo supo siempre silenciar en un partido hecho a su imagen y semejanza. ¿»Ahora e’ pa’ trá que vamos?» Fue lo único que atinó a decir el sorprendido compatriota.

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