La imagen que acompaña estos comentarios no es lo que a simple vista parece, el busto fundido en bronce del Adelantado Don Bartolomé Colón esculpido por Joaquín Priego, en 1964, por encargo del ayuntamiento del Distrito Nacional, desde entonces colocado en el jardín frontal del Palacio Municipal en el Centro de los Héroes. La anterior administración edilicia decidió trasladar el busto a la calle El Conde, justo al lado del Palacio Consistorial, pero al parecer solo se trataba de una réplica en cemento blanco a la que se aplicó una pátina que aparenta bronce, como pudo comprobar hace algunos días, con indignado asombro, el hijo del artista, el conocido caricaturista Harold Priego, quien ahora quisiera saber a quién responsabilizar por el misterioso trastrueque.

Abuso por partida doble

Cuando un ciudadano o ciudadana suscribe un contrato de servicios con cualquiera de las distribuidoras de electricidad que operan en el país, sea Ede-Norte, Ede-Sur o Ede-Este, lo hace a título individual, y lo que firma es un acuerdo en el que solo hay dos partes, el cliente y la empresa. ¿Qué culpa tiene el que paga puntualmente su factura si el vecino de enfrente, o el de la otra calle, no pagan la energía que reciben? Absolutamente ninguna. Por eso es abusivo, además de ilegal, que las distribuidoras digan ahora que solo pueden garantizar un servicio satisfactorio en los sectores donde más se paga, pero mucho mas abusivo todavía es que la Superintendencia de Electricidad, el ente regulador del sector eléctrico que se supone debe velar también por los derechos e intereses de los usuarios, permita que esas empresas violen unilateralmente los contratos que han suscrito con sus clientes (sobre todo con sus buenos clientes), a quienes cobran un servicio que no les ofrecen.

Una papa caliente

Todo indica que el programa de la Tarjeta Escolar (TAE), un invento de las anteriores autoridades de la Secretaría de Educación mediante el cual se concede un subsidio de 300 pesos mensuales a las madres pobres que envían sus hijos a la escuela, nació tan torcido como el árbol aquel. Seriamente cuestionado por las irregularidades que se detectaron en su aplicación, que obligaron a su suspensión prácticamente desde sus mismos inicios, tampoco parece que tendrá mucha suerte en la gestión de Alejandrina Germán. No quiso dirigirlo el subsecretario de Asuntos Comunitarios, quien alegó exceso de trabajo, pero tampoco la gente de Planificación, donde se argumentaron similares razones, hasta que finalmente se designó a una Coodinadora General que se encargue exclusivamente de ponerlo en marcha. Se trata, por lo que se ve, de una papa muy caliente que puede llegar a quemar muchas manos, como lo prueban los cientos de cheques de ese programa que encontraron engavetados las nuevas autoridades cuando asumieron sus funciones y que nunca llegaron a donde tenían que llegar.