Un grupo de diez estudiantes mantuvo en ascuas, durante casi siete horas, a los miembros del cuerpo de seguridad del Procurador General, Jean Alain Rodríguez, luego de que lograran llegar hasta el ante despacho del funcionario y una vez allí se despojaran de la parte superior de sus vestimentas para mostrar un vistoso t-shirt con la siguiente inscripción: “Cárcel a los corruptos. No a la Impunidad”. La burlada seguridad trató de que abandonaran el lugar de inmediato, pero se dieron cuenta de que no podrían convencerlos por las buenas cuando se sentaron en el suelo y anunciaron que no se irían de allí “hasta que el gobierno dominicano y sus maltrechas instituciones entreguen al conocimiento público toda la documentación sobre las acusaciones donde se mencionan los nombres de decenas de funcionarios públicos y dirigentes políticos posiblemente involucrados en el caso Odebrecht”. Por supuesto, no tuvieron que esperar tanto, pues seis horas después, y solo cuando un funcionario de la Procuraduría recibió el documento que querían entregar, abandonaron el edificio por sus propios pies y la satisfacción de la misión cumplida. Esa “oposición” es la que tiene de vuelta y media al gobierno, que no acaba de entender porqué protestan los ciudadanos “de corazón verde”, lo que lo lleva a dar palos de ciego y cometer torpeza tras torpeza, desde tratar de amedrentar a los dirigentes de la Marcha Verde advirtiéndoles que vigila sus pasos y escucha sus conversaciones, hasta plantar una bolsa de cocaína a uno de sus activistas mas conocidos. Porque quien ha convertido en “oposición” al Movimiento Verde y sus simpatizantes ha sido el propio gobierno, y la explicación es tan sencilla como evidente: no se le ve dispuesto a poner fin a la corrupción y la impunidad sino todo lo contrario, como evidencia el manejo que le ha dado –para poner el ejemplo mas fresco y reciente- al escándalo de los sobornos que admitió haber pagado aquí Odebrecht.