No puede decirse, porque la cosa no es para tanto, que son como el ave Fénix, capaz de resurgir, esplendoroso, de sus propias cenizas, pero lo cierto es que los reformistas han ofrecido al país una convincente demostración de que todavía conservan suficiente vitalidad para emprender el gran desafío que entraña relanzar el partido heredado del doctor Joaquín Balaguer, herencia que, dicho sea sin tapujos, dilapidaron hasta prácticamente hacer desaparecer a pesar de que se trataba de uno de los más importantes patrimonios políticos de la historia dominicana contemporánea. El PRSC cuenta ya, gracias a la asamblea extraordinaria celebrada el sábado pasado, con nuevos estatutos que conceden una mayor cuota de participación en los organismos de dirección a la juventud y a la mujer, pero también aumentó a 1,500 la cantidad de miembros del Directorio Central Ejecutivo y a 33 los que integrarán la matrícula de la Comisión Política. Eso quiere decir, según el ingeniero Quique Antún, su actual presidente, que el PRSC ya está listo para que el nuevo liderazgo asuma la conducción de la organización a partir de la asamblea ordinaria programada para mayo próximo, pero será el tiempo, como siempre, quien finalmente diga si el emblemático gallo colorao volverá a cantar fuerte y alto en la gallera política dominicana.

El buscapleitos

Antonio Marte, definitivamente, anda siempre con la ropa de pelear puesta. No bien el hombre fuerte de CONATRA da por terminado -con abrazo de primera plana y sonrisas de oreja a oreja incluídas- el pleito con el síndico Roberto Salcedo, a quien retó públicamente a desalojarlo por la fuerza del área verde que ocupa ilegalmente en el kilómetro 9 de la autopista Duarte, cuando inicia una nueva confrontación. El transportista anunció ayer «una guerra sin cuartel» a la Oficina Técnica de Transporte Terrestre (OTTT) y la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET), instituciones a las que acusa de conceder de manera irregular una ruta de autobuses a su archirrival Juan Hubieres, guerra que mantendrá -amenaza- hasta que se revoque la medida. Conociendo los «métodos de lucha» a los que nos tiene acostumbrados el belicoso transportista, habrá que prepararse para asistir a «jornadas de protesta» que tendrán como escenario nuestras calles y al desprevenido ciudadano, que no tiene velas en ese entierro, como la principal víctima. ¿Permitirán las autoridades que nuestras calles sean utilizadas como campo de batalla de las guerras privadas del señor Marte y compartes? Dejaremos la pregunta en el aire, pero ojalá no se quede ahí.

En carne propia

Hay que suponer que a estas alturas a nadie se le ocurrirá pensar que la representante de la Organización de Estados Americanos (OEA) en el país, Bertha Santoscoy, ha incurrido en alguna forma de injerencia en nuestros asuntos domésticos al sugerir que la Justicia investigue los famosos intercambios de disparos o porque se atreva a señalar que esos intercambios, que el Departamento de Estado norteamericano prefiere llamar «ejecuciones extrajudiciales», son una evidencia de las frecuentes violaciones a los derechos humanos que se cometen en República Dominicana. La diplomática no ha hecho mas que repetir, desde la autoridad que le confiere su investidura, lo que la sociedad civil, los medios de comunicación y organizaciones vinculadas a los derechos humanos en el país se han cansado de decir una y otra vez sin que nadie, empezando por la Policía Nacional, les ponga el más mínimo caso. Lo mismo ocurrirá, aunque duela reconocerlo, con las sugerencias que tan amablemente acaba de hacer la señora Santoscoy, pero esa es una frustrante experiencia que habrá que dejar que la diplomática tenga la oportunidad de vivir en carne propia.