Hoy 
CLAUDIO ACOSTA
c.acosta@hoy.com.do
Qué bueno que el doctor Eddy Olivares ha querido poner las cosas en su sitio: en la Junta Central Electoral –aclara– no existen conflictos ni diferencias entre sus miembros a causa del controvertido caso del Partido Nacional de Veteranos Civiles (PNVC), como se ha venido publicando en la prensa en los últimos días.
El doctor Olivares explica que su voto razonado, junto a los de otros dos miembros del Pleno, son tan solo el natural ejercicio de un derecho legal que en nada compromete la armonía y el respeto que existe en el tribunal de elecciones. Y plantea el doctor Olivares, casi con tono de reproche, que la sociedad dominicana debe acostumbrarse a ver cómo esas diferencias de criterios se exponen de cara al sol, con absoluta transparencia, como una cosa natural y positiva para la democracia dominicana.
Los datos arrojados por la más reciente encuesta Gallup-Hoy, que publica este periódico, parecen darle toda la razón, pues a pesar de los conflictos y contradiccciones internas que se han producido en el seno de la JCE, que en algún momento hicieron dudar de la capacidad de sus integrantes para cumplir con la responsabilidad de organizar unas elecciones confiables, creíbles y libre de cuestionamientos, tres de cada cuatro dominicanos consultados tienen una opinión positiva acerca del trabajo de organización de los comicios a celebrarse el próximo 16 de mayo. ¡Congratulaciones!
Letra muerta.- Gracias al acucioso verpertino El Nacional sabemos ahora que desde 1950 existe en el ordenamiento jurídico dominicano una ley que sanciona con multa y prisión de hasta un año de cárcel a las personas que cobran sin trabajar en instituciones públicas, en el entendido –dicen sus considerandos– de que poseer un nombramiento no implica derecho al cobro de salario del Estado a menos que el designado haya desempeñado el cargo y cumplido de manera satisfactoria las obligaciones que le fueren asignadas. Se trata, sin duda, de un gran descubrimiento ¿Pero sabe alguien para qué sirve?
