Al teniente general Bernardo Santana Páez no hay que mandarle a decir con nadie que la Policía Nacional tiene que ponerse las pilas, como suele decirse popularmente, y aclarar en el más breve plazo posible la muerte de tres jóvenes en el parqueo de una de las discotecas de más postín de la capital, sobre todo la participación de un raso de la institución a quien todas las versiones coinciden en señalar como uno de los protagonistas de la pelea a puñetazos  que degeneró en una lamentable tragedia.

Los padres de Ignalio Antonio  Mañón Tapia, por ejemplo, asegura que su hijo fue asesinado a mansalva, sin darle la oportunidad de utilizar su arma de fuego, que manejaba muy bien dado que era amante de la cacería, pues cuando se la devolvió la Policía, junto a las demás pertenencias de su hijo, tenía todas sus cápsulas. Otras familias, al igual que los  padres de Marión Mañón, esperan que más allá del inenarrable dolor que los embarga por esta tragedia se les den seguridades de que las muertes de sus hijos no quedarán impunes.

Depredadores

Hay sobradas evidencias de que los depredadores de nuestra foresta han vuelto con más fe a su destructiva faena, como lo prueban las denuncias que llegan, desde distintos puntos de la geografía nacional, dando cuenta de la tala de árboles o de la incautación de camiones cargados de madera preciosa recién cortada, pero también de que esas depredaciones han sido posibles gracias a la complicidad, por acción u omisión, de las autoridades responsables de impedir que esas cosas ocurran.

 Sino que le pregunten al síndico de Constanza, quien acaba de denunciar que desde hace un año en ese municipio se viene realizando una tala de árboles “que nunca se había visto” -para usar sus propias palabras- con la complicidad del personal forestal, o al Procurador de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Línea Noroeste, quien  también ayer reveló que más de 15 mil pies de caoba, roble, pino y cedro, entre otros, han sido devastados  por una banda que se dedica a la tala masiva de árboles en Montecristi, en complicidad -¡vaya coincidencia!- de las autoridades forestales. Si los policías se pasan al bando de los delincuentes, como vemos todos los días en los periódicos, y los guardias forestales son ahora los mejores cómplices de los depredadores de nuestros bosques, como acaba de verse, entonces este país simple y sencillamente se jodió.

  Promesas incumplidas

Ayer estaba supuesta a  visitar la ciudad de Moca una comisión de la Oficina Supervisora de Obras del Estado, encabezada por su titular el ingeniero Félix Bautista, dizque para coordinar el reinicio de los trabajos de una serie de obras desde hace tiempo paralizadas, entre ellas el puente seco que une la carretera Ramón Cáceres con la autopista Duarte, donde en los últimos años han muerto -según cálculos de residentes en los alrededores- 69 personas. Esta misma semana organizaciones sociales, de comerciantes , deportivas y comunitarias de la provincia Espaillat realizaron una marcha, encabezada por el Padre Rogelio, para exigirle al gobierno que cumpla con la obras que ha prometido a  distintas comunidades, pues se sienten burladas, y mas que nada cansadas de que los políticos las pongan de mojiganga ofreciendo lo que no piensan cumplir. Ojalá que en su  visita a Moca del ingeniero Bautista haya llevado algo más que promesas,  pues los mocanos saben muy bien cómo cobrarle a los gobiernos que no le cumplen lo que le ofrecen.