Mientras el presidente Leonel Fernández llega a París, la  Ciudad Luz, donde  agotará una intensa jornada de reuniones con empresarios, la legación diplomática y consular dominicana y miembros del Consejo Consultivo radicados en esa urbe europea como parte de una gira por el exterior que se prolongará durante doce días y que de Francia  lo llevará al estado de Qatar y luego a Dubai, en los Emiratos Arabes Unidos, de este lado del gran charco el  país se sumerge en la más oscura de las tinieblas a causa de una crisis eléctrica que parece haber tocado fondo, pues ya se está hablando hasta de que  puede producirse un apagón general –“black out” lo llaman los técnicos– en cualquier momento.

La situación, como era de esperarse, no solo está causando terribles  incomodidades a la ciudadanía y grandes pérdidas a la industria  y el comercio, obligados a trabajar casi jornadas enteras con sus plantas de emergencia, si no que también está caldeando los ánimos en comunidades que están siendo castigadas por  apagones que en algunos casos se prolongan hasta por  20 horas.

Ha sido el caso de Villa Altagracia,  cuyas calles se convirtieron, el pasado viernes, en un feroz campo de batalla donde los manifestantes quemaron neumáticos, arrojaron desperdicios para obstaculizar el tránsito  y destrozaron decenas de contadores, y como todos los pronósticos son de que el servicio no va a experimentar mejoría  por ahora es muy probable que  pronto tengamos noticias de otras protestas, igualmente violentas, en otros puntos de la geografía nacional  donde también están hasta la coronilla  de los extensos cortes de energía. Ante el panorama tan sombrío que tenemos por delante, ¿cómo no sentir envidia por lo bien que se la están pasando en París el presidente Fernández y su numerosa comitiva?