Qué se dice
Calor y ventarrones

<STRONG>Qué se dice<BR></STRONG>Calor y ventarrones

Como si fuera un avance de situaciones más trastornadoras que vendrían después por efecto del calentamiento global, en las tardes capitalinas  de estos días  han ocurrido   frecuentes y súbitas embestidas del viento combinado con lluvias. Algunos árboles, letreros y antenas fueron derribados, el tendido eléctrico ha sufrido daños y en su momento, Ede-Este reportó una importante salida de plantas por averías relacionadas con ventarrones que afectaron cables y repercutieron en áreas de generación.

Hay algunas prevenciones, que deben ser tomadas cada vez que se acerca una temporada ciclónica y que no se están cumpliendo en la medida en que la experiencia recomienda. Los huracanes David y George sumieron a Santo Domingo en la oscuridad  y falta de fluido porque demasiado árboles y ramas  cortaron en su  caída los alambres de electricidad, un efecto devastador sobre el cual pudo haberse dado cierto grado de control, si los dominicanos pusieran, en cada aspecto de su realidad , el candado antes de que les roben. A partir de esos casos emblemáticos han debido existir programas regulares y efectivos de disminución de follajes en las cercanías de las líneas eléctricas importantes.

Los falsos consensos

Algunos de los pocos consensos políticos o legislativos “logrados” en este país han fracasado después de escenificados los teatrales actos de firmarlos. Ocurrió con la ley de capitalización de la empresa pública, que todos los partidos aprobaron en las cámaras y luego surgió una vibrante retórica  de rechazo por parte de opositores que objetaron  lo mismo que habían aceptado. Ocurrió con el acuerdo  pre congresional de la sociedad civil, los partidos y monseñor Agripino Núñez para refromar  la constitución sin reponer la reelección y luego eso fue lo primero que se hizo.  Ha ocurrido con la  Seguridad Social que  fue precedida por una conciliación de pareceres a nivel nacional, gestionada y promovida, provincia por provincia, por una comisión congresional. Lo que parecía aceptable a todo el mundo, comenzó a dar tumbos, hasta el sol de hoy, al acercarse  la entrada en vigencia; y los sectores que deben dar forma y viabilidad a tan imprescindible sistema, siguen halando para su lado cada vez que algo mella sus intereses. Es necesario que los sectores nacionales  involucrados en esto demuestren de una vez y por todas, que en este país existe siquiera una mínima capacidad para entenderse, ceder  y seguir adelante en lo que conviene, o van a sobrar los motivos para que el resto del mundo crea que somos verdaderamente ingobernables.

¿En qué quedamos?

O las autoridades tienen una forma incompleta de registrar los actos criminales, que suelen ser de diversa  magnitud sin carecer por ello de significación para la ciudadanía, o muchos asaltos a mano armada y robos con escalamientos en casa habitada (y por tanto graves incursiones contra la propiedad y la seguridad de las familias) son  callados por las propias víctimas de esos hechos. El tema de la delincuencia no ha perdido importancia. Domina las tertulias. Casi todo el que habla en reuniones privadas da testimonio de inseguridad. Mientras el Jefe de la PN dijo en el fin de semana que los crímenes bajaron en más de un 50% el mes pasado, el vicepresidente de la Cámara de Aseguradores y Reaseguradores, Miguel Villamán, afirmó que los robos de autos y los fraudes, son dos de las causas que han puesto al borde de la quiebra a numerosas compañías del ramo.

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