Los que viven criticándole al gobierno su pobre sentido de las prioridades, sobre todo en materia de inversión pública, tienen desde ayer nuevas municiones con qué seguir disparando un buen rato, y todo gracias a una simple coincidencia. El mismo día que el país se entera, por boca del ingeniero Diandido Peña, de que el gobierno ha invertido en los últimos diez meses 2,975 millones de pesos en el Metro de Santo Domingo, la secretaria de Educación Alejandrina Germán revela que la cartera que dirige necesita mas o menos esa misma candidad, chelitos mas chelitos menos, para terminar las escuelas y liceos del país que están en construcción y reparar las que están en peor estado, de esas que salen casi todos los días en los periódicos y que constituyen la verguenza de la educación pública dominicana. Pero no hay que amargarse por eso. ¡E’pa’lante que vamos!

El fantasma de la reelección
Si alguien quiere saber qué tan difícil de abordar se ha puesto el tema de la reelección al interior del Partido de la Liberación Dominicana solo tiene que preguntarle a su secretario general, el también presidente del Senado Reynaldo Pared Pérez, quien en seguida hará un despliegue de sus habilidades para torear preguntas difíciles o impertinentes, tal y como ocurrió durante su comparecencia del pasado miércoles al almuerzo semanal de los medios de comunicación del Grupo Corripio. No hubo manera, a pesar de la insistencia de los periodistas, de que Pared Pérez expresara abierta y directamente su parecer sobre la reelección, aunque sí reconoció que el programa de gobierno peledeísta establece claramente la no reelección presidencial, pero igualmente resbaloso se mostró el licenciado Julio César Valentín, presidente de la Cámara de Diputados, quien le acompañó en el encuentro. “En su momento los peledeístas tendremos que sentarnos a tocar ese tema”, prometió Pared Pérez como para salir del apuro, pero también como quien aleja un fantasma al que los peledeístas le temen como el diablo a la cruz: el fantasma de la división.

Rebrote
Ya empiezan a surgir voces advirtiendo sobre la posibilidad de que estemos ante un rebrote de la violencia delictiva, del regreso a nuestros calles de los asaltos a mano armada a plena luz del día y el talante de quien no teme la reprimenda de la autoridad, como el perpetrado por dos hombres y tres mujeres a la óptica Oviedo, de donde cargaron con una indeterminada cantidad de dinero. El pasado fin de semana el secretario de las Fuerzas Armadas, mayor general Ramón Antonio Aquino García, anunció el reforzamiento del Plan de Seguridad Democrática a fin de evitar que pierda impulso y efectividad, y mas o menos en los mismos términos se ha expresado el jefe de la Policía Nacional, el mayor general Bernardo Santana Páez, cada vez que se le ha preguntado. El problema es que los delincuentes, siempre al acecho y dispuestos siempre a aprovechar el menor descuido para volver a sus andadas, no desaparecerán de un día para otro solo porque así lo dispone el Plan de Seguridad Democrática, pues si algo ya sabemos es que para combatir con posibilidades de éxito el problema de la delincuencia y la violencia que genera hace falta mucho mas que guardias y policías patrullando de manera permanente las calles.