El impacto y ruido con que el gobierno ha dado inicio a su tercer año con estreno de jefaturas en organismos clave de la seguridad nacional, y sobre todo de la lucha contra el narcotráfico, contiene un implícito balance en el que el comandante supremo da a entender que las cosas no marchaban muy bien por ahí. Eso de que llegó la hora de actuar con todos los recursos a manos, como indicando que ya sí es verdad que los traficantes van a saber lo que significa persecución, ha sido una de las linduras que se escucharon de los labios del Presidente. Se ha dispuesto un cambio total de estrategia en las operaciones, indicio de que se busca subsanar males profundos en la mecánica antidroga. Elocuentemente, de las entrañas mismas de la DNCD había surgido meses atrás la convicción de que los primeros en enterarse de que habría redadas antidrogas en los barrios eran los capos, lo que se consideró una nueva expresión concreta de una infiltración que ya existía en los tiempos de Quirino, según la DEA.
Llamando al ex copiloto
Si la Estrella de David-en referencia, claro está, al ex vice Jaime de la familia Mirabal- mostró mediante la encuesta Gallup-HOY que conserva más brillo que el que se le suponía, tanto fuera como dentro de su partido, a las movidas internas del Peledeísmo habrá que darle un estrecho seguimiento. Por de pronto se dice que los más desconcertados por la ratificación de simpatía por el salcedense en receso no han sido los capitanes del proyecto Leonel. Por el contrario, los vientos le soplan favorables, pues en los últimos nombramientos de la Administración Pública reaparecen caras de gente conocida de viejo por su adhesión a Fernández Mirabal. No se olvide nadie que los leonelistas acaban de iniciar lo que podría llamarse El culto a los diez años, un alegado período de gloria que comenzó con Jaime David de copiloto. ¿Se pretendería que en un vuelve y vuelve él se conforme con retornar de segundo a bordo?
Los duros señores de Condi
Por los predios del Estado hay creciente preocupación por la hipersensibilidad de los norteamericanos y su propensión a tacharle visas a la gente sin mucha contundencia en los motivos y razones. Se dice que a Don Amable Aristy Castro lo sacaron de su gloria por un simple litigio de tierras con estadounidenses que se asentaron por Higüey. Y que el amagar y no dar con Damián Castro Cruz, el ex del DNI, fue porque el alto oficial, con reputación de correcto, dejó de ser flexible con un niño lindo de DEA-CIA inserto en los centros locales de inteligencia ¿Qué va a pasar entonces en altos niveles oficiales si la General Motors renueva sus quejas de alegado trato discriminatorio en las aduanas del país, o si un tribunal dominicano falla -como se da por seguro- contra los intereses de Verizon en el caso de la venta de sus acciones en República Dominicana?