La Asociación Nacional de Productores de Huevos (Asohuevos), que hace tan solo unos días realizó un piquete frente a la secretaría de Agricultura para llamar la atención de las autoridades sobre los problemas por los que atraviesa el sector, insiste en su denuncia de que en el Cibao Central existen alrededor de cien mil pollitas ponedoras que ingresaron de contrabando al país, lo que atenta contra la estabilidad del precio de ese producto y, por vía de consecuencia, contra la supervivencia de sus negocios.
Manuel Escaño, presidente de Asohuevos, dice que se ha cansado de denunciar ante las autoridades, y así consta en los periódicos, la existencia ilegal de esas pollitas, pero que estas -extrañamente- se han negado a investigar la denuncia y mucho menos a determinar quién o quiénes son sus propietarios o de qué manera entraron a territorio dominicano. Agregue a eso la decisión, anunciada ayer por el propio secretario de Agricultura, de levantar las restricciones que pesaban contra la importación de huevos con el propósito, según palabras de Salvador -Chío- Jiménez, de eliminar el monopolio, y llegará a la misma conclusión a la que ha llegado la gente de Asohuevos: que el gobierno le ha cogido con ellos, por lo que se ha propuesto, a como de lugar, su desaparición como sector productivo.
Tragedia educativa
María Teresa Cabrera, presidenta de la Asociación Dominicana de Profesores, acaba de hacer una revelación que debería llenar de gran preocupación a las autoridades educativas: más de 700 maestros se encuentran en condición de damnificados tras el paso de Noel, lo que no solo se ha reflejado en pérdida de clases sino que constituye un gran obstáculo para la normalización de la docencia, tan urgente como necesaria transcurrido justo un mes del paso del fenómeno. ¿Qué se está haciendo por esos maestros? María Teresa explica que el gremio realiza un levantamiento en todo el país a fin de determinar con exactitud la verdadera situación de esos maestros para ver de qué manera se les puede echar una mano, pero mientras tanto se les está ofreciendo ayuda emocional y sicológica para ayudarlos a sobrellevar su infortunio. La educación dominicana ha sido una de las grandes víctimas del arrasador paso de Noel por territorio dominicano dada la utilización de las escuelas como refugios, lo que se agrava con la penosa situación que padecen esos más de 700 maestros a los que urge prestar atención.
Poder de convencimiento
Todo indica que el gobierno, haciendo uso de todo su poder de convencimiento, consiguió que los transportistas tanto de carga como de pasajeros aplazaran el alza de los pasajes y los fletes que entraría en vigencia a partir de hoy, abriendo así un compás de espera en lo que las autoridades cumplen con una serie de exigencias que estos le han formulado, entre ellas el congelamiento del precio del galón de gasoil en 102 pesos. No es un secreto para nadie, mucho menos para un gobierno que apuesta a la reelección, el impacto que tendrían esas alzas en los productos que consume la población, sobre todo de los alimentos de origen agrícola, lo que de inmediato se traduce en un alto costo político. Es ese costo político el que el gobierno tratará de ahorrarse, por todos los medios, en sus negociaciones con los transportistas, que al tanto de esa situación no dudarán -como decimos en buen dominicano- en pedir por su boca.