La noticia apenas mereció unos cuantos párrafos en el periódico donde salió publicada, tal vez porque  el hecho de que un hombre mate de un balazo a otro luego de una acalorada discusión por un parqueo hace tiempo que dejó de ser, en la sociedad dominicana de hoy,  algo extraordinario o que llame particularmente la atención, sobre todo si también ha pasado a ser cosa común que te maten a balazos por una simple discusión de tránsito, un piropo imprudente o por ir en el autobús equivocado el día que un mal nacido decidió disparar contra los pasajeros porque el chofer olvidó -o no le fue posible- dejarlo en la parada que solicitó.

Sin embargo, cuando tenemos la oportunidad de poner todas esas absurdas y estúpidas muertes juntas, como cuando la Procuraduría General de la República recoge las estadísticas de muertes violentas ocurridas en todo el país en determinado período de tiempo, entonces nos sobrecogemos de espanto, pues de repente adquirimos la perspectiva necesaria para ver en toda su dimensión la sociedad en que nos hemos convertido; violenta, desalmada y muy peligrosa, donde morir y matar es cosa de todos los días y en cualquier lugar, empezando por nuestra propia casa. Lo que las estadísticas que acaba de dar a conocer  la Procuraduría -1,877 muertes violentas en los primeros once meses del 2007- nos están diciendo es que no podemos seguir dándole las espaldas al problema, fingir que ignoramos  que en cualquier momento podemos ser la próxima víctima.

Fraude de Grandes Ligas

El fraude por RD$288 millones detectado en el Departamento de  Pensiones y Jubilaciones de la Secretaría de Hacienda es por mucho el mayor caso de corrupción registrado en lo que va de gobierno peledeísta, pero curiosamente no ha merecido la atención ni siquiera de la oposición política, que tiene ahí la oportunidad de atacar al gobierno por uno de sus flancos más débiles y vulnerables: su fallida política contra la corrupción administrativa, que de promesa de campaña ha terminado degradada en un triste gesto de capitulación y complicidad con la decisión del gobierno de echar tierra y olvido sobre el sonado caso PEME. Sin embargo el Llanero Solitario de la lucha contra la corrupción de este gobierno, el doctor Octavio Líster, sigue comportándose como si en verdad se tratara de un esfuerzo serio y consistente para erradicar ese flagelo de nuestra vida institucional, al anunciar que en las próximas horas serán sometidos a la justicia los principales responsables de ese millonario fraude, ambos prófugos y uno de ellos, dicho sea a propósito, perseguido también por haber asesinado de siete balazos a su suegra. Deseemosle suerte y paciencia.

ONG fantasmas y algo más

Es una pena que tanto el presidente del Senado como el de la Cámara de Diputados hayan decidido fumar la pipa de la paz, dejar hasta ahí el agrio encontronazo que protagonizaron  a causa de la presencia en el Proyecto de Presupuesto de Ingresos y Ley de Gastos Públicos de un montón de ONG fantasmas  apadrinadas por legisladores y políticos, aunque a decir verdad ha sido poco lo que los medios han tenido que escarbar para que aflore la verdad: que el Presupuesto General de la Nación, eso que pomposamente llamamos  “instrumento de desarrollo”, sigue siendo un botín que se reparten, con alegre desparpajo, quienes nos gobiernan, tal y como sucedió en el pasado reciente y probablemente siga sucediendo en el futuro, pues la voracidad de nuestra clase política crece  como una enfermedad maligna. De las ONG fantasmas hay que seguir hablando aunque se ausenten de ese debate, por razones político partidarias, Reinaldo Pared Pérez y Julio César Valentín, aunque solo sea para conocer el santo y la seña de sus beneficiarios para cuando llegue el día -no muy lejano -en que este país y su gente decida ajustar cuentas con sus depredadores.