Ya hay quienes suponen que el diputado Raúl Mondesí nunca tuvo la intención de alejarse de los predios reeleccionistas. Que su sorpresiva e insinuante reunión con Miguel Vargas Maldonado lo que buscaba era lo que efectivamente ocurrió horas después, que fue que el Presidente Leonel Fernández, aparentemente sacudido por el hecho, lo mandara a buscar junto con el cantante Sergio Vargas, que al parecer también sentía un trato frío a su persona en las alturas palaciegas, lo que le generaba insatisfacción.
El simulacro de deserción a juicio de especuladores- motivó gestos de emergencia que equivalían a apretar las aflojadas tuercas de unas interesadas relaciones políticas: nosotros lo apoyamos a usted y usted nos apoya a nosotros. Otros opinan que el teatro fue preparado de un todo por el oficialismo para dar la impresión de que Vargas M. había fracasado en el intento de atraerse a R. Mondesí y S. Vargas.
Lo definitivo es que detrás de muchas cambiantes adhesiones a los grandes aspirantes siempre han de estar moviéndose factores que graviten fuertemente sobre las voluntades para condicionarlas. Y que es por eso que muchas de tales voluntades se mueven como veletas. La alegoría perfecta la brindaron el propio Leonel, Sergio y Raúl al aparecer juntos en la foto de primera página del vespertino El Nacional del viernes: el farandulero y el ex-pelotero figuraron recibiendo sendas fundas de contenido desconocido de manos del gobernante, instantes después de producirse la reconciliación.
Rectificación
Se demostró una vez más que la reelección todavía no cabe en el Partido Revolucionario Dominicano, y que su introducción artera, unilateral y anti-histórica fue la causa más determinante de dos desastres electorales consecutivos en 2004 y 2006. Miguel Vargas Maldonado acaba de suscribir el compromiso público de procurar, constitucionalmente, el destierro del continuismo en caso de alcanzar el poder.
El llamado MVP se ha lanzado al rescate de una posición de principio que sigue siendo considerada como un legado de orgullo del partido en que brillaron Juan Bosch y José Francisco Peña Gómez. El gesto de Vargas se consideraba imprescindible para que su proyecto pueda seguir marcando distancia del hipolitismo con tal de lograr una firme unidad interna y una imagen partidaria que se compadezca con el pasado del Jacho prendío. Pero, oh ironía, han surgido adversarios del PRD que dicen tener la convicción de que Miguel Vargas fue un ente financiero clave para lograr que los legisladores reunidos en asamblea constituyente siguieran la pauta de Mejía para revivir en el 2003 el traje del derecho a la reelección que ahora le entalla provechosamente al abominado mayor del perredeísmo: Leonel.
La espina sigue ahí
Está visto que el affaire de los contratos con la Sun Land no ha perdido un ápice de gravedad (aunque Noel eclipsara el tema) a pesar de las escenificaciones y supuestas aclaraciones palaciegas. Una carta atribuida a Félix Bautista, director de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado, está siendo presentada como prueba de que el gobierno tenía bien claro que con el contrato asumía un compromiso de deuda pública con el exterior.
El gobierno no ha dado respuesta a esta interpretación del texto que ha circulado por internet y en programas de televisión, como tampoco ha explicado convincentemente el porqué de los pagarés que le habrían dado con claridad el carácter de deuda externa del Estado al financiamiento intemediado por la Sun Land.
Comentan que aun antes de que el PRD destapara la olla de grillos, el Fondo Monetario Internacional tenía su atención puesta sobre los tratos del gobierno con la Sun, una firma de imprecisos orígenes pero con más de una actuación hazañosa en el país. No fue que la Sun Land apareció así de buenas a primeras, como se ha querido decir. Se plantea además la posibilidad de que el FMI exija al gobierno dominicano que compute el compromiso con esa firma como deuda externa que escapó solapadamente a los compromisos de ajuste. Habría que ver cuáles serían entonces las consecuencias.