Hoy 
Dice el secretario de la Conferencia del Episcopado Dominicano, monseñor Ramón Benito Angeles, que el presidente Leonel Fernández tiene todo el derecho del mundo a repostularse, coincidiendo con recientes declaraciones del cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez y del arzobispo de Santiago, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, y más que nada confirmando que, también en materia de reelección, de todo hay en la Viña del Señor.
Y tienen razón: la Constitución de la República así lo establece, por lo que nunca ha estado en discusión el derecho que asiste al presidente Fernández de optar por la repostulación, aunque bueno sería recordar de vez en cuando las circunstancias en que ese derecho llegó a la Carta Magna.
Lo que se ha dicho, y habrá que seguir repitiendo hasta la saciedad, es que nuestra experiencia con la reelección ha sido, históricamente, funesta y traumática, porque en su nombre se envilecen las instituciones, se abusa de los recursos del Estado para hacer posible las ambiciones de quienes aspiran a reelegirse, sin dejar de mencionar los cuantiosos recursos que en su propósito se distraen y que estarían mejor invertidos construyendo carreteras, reparando puentes o mejorando las condiciones de tantas de nuestras escuelas.
Más de lo mismo
¿Trillará el intento de reelección del presidente Fernández un camino diferente a lo que ya hemos visto y sufrido? Un breve paseo por los estacionamientos del centro olímpico Juan Pablo Duarte el día de la proclamación del mandatario bastó para confirmar que no, que se trata de más de lo mismo, pues las jeepetas con placas oficiales estaban al pecho, y para muestra algunos botones que el lente siempre atento de Franklin Guerrero ha capturado para siempre: Nissan XTrail blanca placa 0C11043; Land Cruiser Prado placa 01011; Nissan gris asignada al Director General del CEA, placa 0353; Toyota 4Runner placa 0 A00092, color blanco; Toyota Land Cruiser blanca placa 0C05056. Y, para colmo, una Toyota Land Cruiser Prado azul año 2006, con la placa 0194Y, asignada al subjefe de Estado Mayor de la Marina de Guerra, a lo que hay que sumar -para que también conste en el expediente- decenas de camionetas a las que se les habían desmontado las placas.
Nuevo frente de lucha
La iniciativa del fiscal de Santiago, Raul Martínez, de instalar una línea telefónica para que la población pueda hacer de forma anónima, gratuita y confidencial cualquier denuncia sobre tráfico de drogas de la que tenga conocimiento ha superado todas las expectativas de sus promotores; tan solo el primer día se produjeron 165 denuncias de ciudadanos que informaban sobre actividades vinculadas al microtráfico de estupefacientes, la mayoría de ellas para ubicar lugares o puntos donde se venden drogas.
La gran afluencia de llamadas al nuevo servicio de la Fiscalía da una medida de la gravedad del problema al que se enfrentan los santiagueros, al igual que de su voluntad y disposición de hacerle frente, pero probada y demostrada su eficacia el próximo paso es convertir esa información en un arma útil para enfrentar con mayor determinación el microtráfico de drogas en Santiago.
