El doctor Leonel Fernández, como presidente del Partido de la Liberación Dominicana y principal líder de esa organización, está en todo su derecho de reunirse con los síndicos de su partido así como con los de las fuerzas aliadas al PLD a discutir acciones y estrategias de carácter político-partidarista o de cualquier otra naturaleza.

Pero si lo hace el Presidente de  todos los dominicanos y dominicanas en la sede del Poder Ejecutivo y el propósito es analizar la forma más efectiva de agilizar la recuperación de las zonas afectadas por Noel se está incurriendo en una discriminación, de carácter eminentemente politiquero, en perjuicio del resto de ayuntamientos del país, que también fueron golpeados por Noel y que merecen ser tratados en igualdad de condiciones que sus homólogos peledeístas por parte del gobierno central. Si ese no fue el espíritu del encuentro del pasado jueves en el Palacio Nacional, coordinado por Ignacio Ditrén, encargado de asuntos municipales del PLD, la culpa es del Presidente de la República, quien con frecuencia olvida separar su condición de gobernante de una nación de diez millones de almas a la que ha prometido sacar adelante de la del candidato  en procura de su reelección.

Distorsiones

La Asociación de Jóvenes Empresarios no cree que sea buena idea recurrir a los subsidios, en este caso particular del gasoil, para atenuar el impacto del alza en los precios de los combustibles en  un sector tan sensible para la economía como el transporte de carga, pues entiende que una decisión de esa naturaleza solo contribuye a crear mayores distorsiones en el mercado a la vez que incrementa los gastos del gobierno. Y sugiere de inmediato una alternativa, si lo que en realidad  se busca -dice- es impactar directamente sobre ese sector: eliminar el monopolio que existe actualmente en el transporte de carga en el país. La propuesta de Joel Santos tiene, como podría apreciar hasta el más ingenuo, una buena dosis de cocorícamo, pues sugerirle a un gobierno en campaña que le marche a un sindicato con tanta capacidad para trastornar la vida productiva del país es sencillamente pedirle demasiado. Eso no quiere decir, sin embargo, que ANJE no tenga razón, como la  ha tenido todo el que ha reclamado, en los últimos años, que cese ese monopolio, un verdadero atentado al sistema de libre empresa bajo el que se supone vivimos.

Alboroto

Como era de esperarse de una izquierda dispersa, atomizada y que vive en una permanente guerra de guerrillas entre sus distintas facciones, el encuentro del general retirado Pedro de Jesús Candelier con varios dirigentes de izquierda y la posibilidad de crear un frente alrededor de la figura del ex jefe de la Policía Nacional ha provocado un gran alboroto, en algunos casos -¿por qué no decirlo?- con tintes melodramáticos. Si se fueran a sacar conclusiones a  partir de esas primeras reacciones, empezando por las de los participantes en ese encuentro, se podría decir  que esa alianza con tufo chavista tiene muy pocas posibilidades de materializarse, pero todavía es pronto para adelantar ese tipo de pronóstico, por lo menos mientras la esclerosada izquierda dominicana carezca de un candidato de verdadero impacto en el electorado.