Si no es un récord es por lo menos un buen average.    Setenta vehículos dice haber recuperado la Policía Nacional en los últimos ocho días gracias a los esfuerzos de su Departamento de Inteligencia Criminal, luego de ser robados en la Capital, la provincia Santo Domingo y el interior del país.

Esa demostración de eficiencia policial sirve también, paradójicamente, para medir la eficacia de los ladrones, que han convertido esa innoble actividad en el principal dolor de cabeza de las empresas aseguradoras, pues no es verdad que la Policía está recuperando el 100% de los vehículos que se están robando en el país, una gran cantidad de ellos para ser llevados a talleres clandestinos donde son desmantelados por piezas. Hay que felicitar, de todas maneras, al teniente general Bernardo Santana  Páez por el eficiente trabajo que vienen realizando sus hombres, pero si queremos ser justos  hay que congratular también a quienes se dedican, cada vez con mayores niveles de sofisticación y especialización, a una actividad delictiva que en República Dominicana se ha convertido en una auténtica industria.

Cifras redondas

Dos mil 700 millones de pesos, chelitos más chelitos menos, ha invertido en los últimos diez años el Estado dominicano, a través de la Ley Electoral, en los partidos políticos según los cálculos del doctor José Angel Aquino, juez titular de la Cámara Administrativa de la Junta Central Electoral, siendo los más beneficiados con esos recursos, como es lógico suponer, los partidos mayoritarios -PLD, PRD y PRSC- que se han quedado con el 80,2% de esa cantidad. El doctor Aquino, uno de los oradores en la jornada inaugural del seminario sobre el “Financiamiento y Control de las Campañas Electorales” que auspicia la JCE, se queja sin embargo de que a lo largo de esos diez años el tribunal de comicios no hiciese ningún esfuerzo visible por supervisar la forma en que se ha invertido todo ese dinero. Eso quiere decir, simple y sencillamente, que no hay forma de saber cuánto de esos casi tres mil millones de pesos se invirtió en el “fortalecimiento de la democracia” y cuántos fueron a parar a los bolsillos sin fondo de nuestros políticos.

Hechos cumplidos

Haciendo honor a su reputación de buen amarrador, el candidato presidencial del Partido Reformista Social Cristiano, Amable Aristy Castro, ha iniciado una serie de encuentros con líderes políticos, sindicales,  religiosos y empresariales, con el propósito -explica- de discutir y buscar soluciones a los problemas nacionales. Se reunió con Danilo Medina, quien se mantiene en estado de hibernación política tras su derrota en el proceso interno peledeísta, y también con el ex presidente Hipólito Mejía, con quien se lleva a las mil maravillas, y ya anunció que realiza gestiones para concertar un encuentro, de candidato a candidato, con el presidente Fernández, y así sucesivamente. Mientras el secretario general de la Liga Municipal Dominicana despliega sus habilidades haciendo lo que mejor sabe hacer en el PRSC se van poco a poco apagando las voces que cuestionan su victoria en las primarias y, más que nada, los medios empleados para conseguirla,  pues a estas alturas solo el politólogo y asistente personal del ingeniero Eduardo Estrella, el licenciado Belarminio Ramírez,  se mantiene en pie de guerra, pero es probable que termine vencido por el cansancio y, sobre todo, por el peso inmenso de los hechos cumplidos.