Con un impresionante despliegue de recursos que colmó el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto de partidarios de su postulación lanzó formalmente su candidatura a la presidencia de la república el licenciado Amable Aristy Castro, quien aprovechó tan propicio escenario para formular una solemne promesa, poniendo como testigos a Dios, la virgen de La Altagracia y los reformistas presentes: llevar al PRSC de nuevo al poder.

Acompañado de la cúpula dirigencial reformista, incluídos sus rivales por la nominación presidencial Luis Toral y el ingeniero Eduardo Estrella, Aristy Castro intentó convencer a sus compatriotas de que su exitosa carrera política, en la que acumula 14 triunfos consecutivos, es aval suficiente para ganar las primarias de su partido, al igual que las elecciones presidenciales del 2008. Se trata, como se ve desde lejos, de una promesa muy difícil de cumplir si se piensa en el desempeño electoral del PRSC en los últimos procesos electorales, mucho mas si pretende perseguir ese objetivo sin alianzas partidarias.

Como perros y gatos
Hasta dónde el pleito de perros y gatos que protagonizan seguidores del licenciado Danilo Medina y los partidarios de la reelección del presidente Fernández afectará las posibilidades electorales del PLD es algo muy difícil de medir o cuantificar, pero es evidente que el espectáculo deja muy mal parado tanto al partido, que ha demostrado -para regocijo de sus críticos- que no es inmune al canibalismo que ha caracterizado los procesos internos de nuestros partidos políticos, como al propio gobierno, embarcado en un proceso reeleccionista que tendrá, inevitablemente, sus repercusiones en las encuestas. Escuchar a Danilo Medina llamar «tránsfugas», «cometas» y «basura» a los seguidores de su candidatura que se han dejado deslumbrar por los fuegos fatuos de la reelección da una medida de lo lejos que han llegado las cosas, como lejos han llegado los reeleccionistas en el acoso y la persecución de los que no comulgan en el nuevo altar peledeísta. Mientras suben de tono las andanadas de quien fuera, hasta hace poco, su principal aliado político el presidente Fernández ni siquiera se da por aludido, ajeno al fragor de los insultos y encontronazos, como si no le importara el alboroto o los que lo provocan no fueran dignos de su atención aunque sí de su presidencial desprecio.

Cuidado en Azua
En Azua están muy nerviosos por la presencia en sus costas de un barco cargado con 30 mil toneladas de gas propano que pretende descargar, a lo que los azuanos se oponen de manera tajante por los tremendos riesgos que implica tanto para el medio ambiente como para su propia seguridad. El problema es, según los denunciantes, que el barco «Sumi Terra» no tiene el permiso de la secretaría de Medio Ambiente ni cuenta tampoco con el sistema de seguridad requerido para el trasiego de ese combustible. Tratándose de un asunto tan serio es de esperar que las autoridades pongan toda su atención a las maniobras de ese barco en las costas de Azua, para que luego no tengamos que lamentarlo toda la vida y probablemente mucho más allá.