Si es por la cantidad de instituciones involucradas -la secretaría de Industria y Comercio, la Secretaría de Hacienda, Planificación y Desarrollo, la Comisión Nacional de Energía, la Refinería Dominicana de Petróleo, la OMSA, AMET, la OPRET y las cuchumil instancias relacionadas con el transporte en este país- cualquiera diría que esta vez va en serio el plan de ahorro de combustibles que hace tiempo se le viene reclamando al gobierno sin que, hasta ahora, diera señales de darse por enterado de que los precios del petróleo se encaramaron en las nubes y que probablemente no bajen de ahí por todo este tiempo.

Melanio Paredes, secretario de Industria y Comercio, adelanta que se tomarán “medidas agresivas” como readecuar la circulación vial, coordinar los horarios de los sectores público y privados, incorporar 800 nuevos agentes a AMET para mejorar al fluidez del tránsito, entre otras medidas a corto, mediano y largo plazos para reducir el consumo de combustibles, pero no dice cuándo el llamado Plan de Contingencia Energética estará en vigencia  para que se le dé estricto cumplimiento, sin regateos ni exigir acomodos ni flexibilizaciones, pues lo que está en juego es el futuro de la civilización tal y como la conocemos.

Ojalá lo comprendan así también en el gobierno, y no se caiga en   la tentación, en estos tiempos de campaña electoral, de jugar a la política con la aplicación de un plan de ahorro que habrá de contener  un montón de medidas incómodas, irritantes e impopulares, pero absolutamente necesarias.

Radares

Las autoridades aeronáuticas del país anunciaron ayer, con bombos y platillos, el restablecimiento del sistema de radar en el aeropuerto internacional de Las Américas, dañados desde el 2006, cuando una descarga eléctrica lo dejó fuera de servicio. Consciente de la importancia y  trascendencia de su anuncio el licenciado José Tomás Pérez,  director general del Instituto Dominicano de Aviación Civil, ofreció garantías de que, de ahora en adelante, el país recupera los niveles de seguridad requeridos por los estándares internacionales, además de que gracias a la operación de los nuevos radares se fortalecerán los sistemas de supervisión y vigilancia de las aeronaves que sobrevuelan territorio dominicano, sobre todo aquellas que se dedican al narcotráfico.

Demos gracias a Dios porque si bien en esos casi dos años que estuvieron fuera de servicio los radares de Las Américas los narcotraficantes se dieron banquete, al extremo de convertir las carreteras y caminos de la región Este en pistas de aterrizaje, nunca se produjo un accidente que  hubiera            que lamentar, pues si el mundo se entera de que, a pesar de que vivimos -literalmente- de la actividad turística, operamos con tales niveles de precariedad e inseguridad en nuestros aeropuertos habría que decir  adiós a la gallina de los huevos de oro.

 Sacrificados

Un grupo de ex empleados del Instituto de Desarrollo y Crédito Cooperativo, que se definen a sí mismos como peledeístas y víctimas de una “cacería de brujas” por parte de su nuevo incumbente, el señor Pedro Corporán, montaron el pasado lunes un piquete frente a las instalaciones de la institución, exigiéndole al gobierno su inmediata destitución. Los peledeístas cancelados dicen que pertenecen al movimiento “La Fuerza Leonelista”, que si no se atiende su reclamo sacarán por la fuerza, si fuere necesario, al funcionario, en procura de hacer valer su “sacrificio” para llevar al doctor Leonel Fernández a la Presidencia de la República.

La versión del señor Corporán, sin embargo, es muy distinta a la que cuentan sus ex empleados, pues según el director del IDECOOP se trata de un montón de botellas a los que se pagaba la friolera de 650 mil pesos al mes. ¡Así cualquiera  se sacrifica!