Alguien debería advertirle al doctor Roberto Rosario, juez titular de la JCE, que su anunciada decisión de tomar una licencia hasta tanto concluyan los debates en torno a las inscripciones de las candidaturas de la Alianza Rosada puede ser interpretada de muchas maneras, entre ellas como una salida por la puerta trasera cuando las cosas se ponen más difíciles en el organismo y, por consiguiente, se hace más necesaria su presencia.

Para colmo, su afirmación de que ha recibido denuncias concretas de duplicidad en la inscripción de candidaturas de la Alianza Rosada rodea de mayores interrogantes su sorpresivo anuncio. ¿Para qué airear esa irregularidad, ciertamente grave, si no se va a quedar para dilucidarla? Si el doctor Rosario no quiere que se le vincule a los inconvenientes que se han presentado a causa de la inscripción tardía de las candidaturas perredeístas y reformistas no debió aceptar el cargo que se le ha confiado tratándose de los riesgos implícitos al ejercicio de toda función pública, pero su imtempestiva salida de escena, de manera tan poco oportuna, ha sido la peor idea que se le ha podido ocurrir para poner en resguardo su responsabilidad en todo este embrollo.

Tormentas sobre la UASD

  De un tiempo a esta parte no falta en la Universidad Autónoma de Santo Domingo un motivo de discordia, aunque solo sea por una puerta que su rector cree conveniente cerrar por razones de seguridad, a lo que los estudiantes se oponen a pesar de ser los principales beneficiarios de la medida. Desde el pasado miércoles la UASD está virtualmente paralizada a causa de un paro de labores que patrocinan sus empleados, al que acaba de sumarse -¿por qué será que no nos sorprende?- la Federación de Estudiantes Dominicanos, en demanda de un reajuste en sus salarios de un 30%, reajuste que el rector Roberto Reyna ha dicho y reiterado no está en capacidad de cumplir, simple y sencillamente porque el presupuesto no alcanza. Mientras tanto se han perdido valiosas horas de docencia, doblemente valiosas tratándose de un semestre que empezó con casi un mes de retraso, pero eso a nadie parece importarle. Por eso es tan pertinente la pregunta. ¿Qué pasa en la UASD? 

Profilaxis

 Aparentemente el Ejército Nacional continúa su labor de inspección de las compañías de vigilantes privados que operan en el país, pues ayer anunció el cierre de la empresa Guardianes Veganos S.A. debido a una serie de irregularidades, entre ellas la utilización de cientos de armas con las licencias vencidas. Ya son varias las empresas de seguridad privada cerradas por las autoridades desde el asesinato de la dueña de una joyería y un guardián que prestaba servicio en el establecimiento, del que la Policía responsabiliza a varios empleados de otra empresa de vigilancia privada, pero habrá que cerrar muchas mas dada la facilidad conque hasta ahora se han venido instalando y, más que nada, la ausencia casi total de supervisión sobre la forma que operan y el personal que contratan. Falta saber ahora si las autoridades llevarán hasta sus últimas consecuencias la tarea empezada, o si todo quedará como un simple amaraco y a la vuelta de unos meses los chivos regresarán, sin ley ni gobierno, a sus andadas.