El director del Consejo de Coordinación de Desarrollo Fronterizo ha hecho una pertinente y oportuna precisión, a propósito de las pretensiones de FENATRADO de utilizar la ley 28-01 de desarrollo fronterizo como justificación para obligar a las empresas e industrias acogidas a los beneficios de esa legislación a concederle la contratación de su carga a los afiliados de ese gremio.
Dice Pedro Ortiz que en ninguna parte de esa ley se consigna esa obligatoriedad ni se refiere al transporte de mercancías, por lo que recomienda a su principal dirigente, Blas Peralta, a documentarse mejor sobre el contenido y los alcances de esa legislación, aunque es difícil que un hombre que ya amenazó con cerrar todos los muelles y bloquear las principales carreteras del país si no se permite a FENATRADO y sus afiliados interpretar la ley de acuerdo a sus particulares intereses difícilmente pierda su tiempo en pendejadas. Pero no le echen toda la culpa a Blas Peralta y sus métodos gangsteriles de hacer valer sus derechos, pues se trata de un monstruo al que se alimentó y permitió crecer bajo la mirada cómplice y complaciente de nuestros gobiernos, que han renunciado a su responsabilidad de obligar a los transportistas de carga a respetar las leyes del país y, más que nada, las reglas del sistema de libre mercado que norma la vida económica y productiva de la nación.
Un buen consejo
Ojalá que la oposición al gobierno, preocupada por lo que muestran, de manera consistente, las encuestas, no recurra al simplismo de criticar todo lo que hace, o deja de hacer, el gobierno, bajo la premisa, evidentemente falsa, de que quien critica a los que mandan siempre saca algún beneficio político. Sobre todo cuando se critica por criticar, cuando esas críticas se producen a causa de un déficit crónico de argumentos y propuestas atractivas y creíbles que capturen la atención y la imaginación del electorado, que por demás ni es tonto ni se chupa el dedo, por lo que siempre termina dándose cuenta de quienes son los que critican porque simplemente no tienen nada constructivo que aportar al debate. Si la oposición y sus estrategas se sientan a esperar que el gobierno y su candidato hagan y deshagan, que se equivoquen o metan la pata para abrirle fuego con todos sus cañones, está completamente perdida, y no solo electoralmente hablando. Se trata de un buen consejo, completamente gratis, pero como todos los buenos consejos, al igual que las lentejas, o lo coges o lo dejas.
Alcoholímetros
AMET se propone utilizar, en esta temporada navideña liberada de restricciones al consumo y venta de bebidas alcohólicas, los famosos alcoholímetros traídos al país con mucha fanfarria por el secretario de Interior y Policía, el doctor Franklyn Almeyda, que los adquirió junto a un aerosol de gas pimienta que desató una viva polémica sobre la legalidad de su utilización y sus implicaciones sobre la salud humana. Probablemente haya sido la polémica alrededor del gas pimienta y las críticas que recibió de parte de la opinión pública, que en un momento dado llevó al secretario de Interior y Policía a acusar a las empresas cerveceras de patrocinar la campaña mediática contra los alcoholímetros, a lo que se sumó su incorrecta utilización por parte de los agentes de AMET realizando redadas indiscriminadas a la caza de borrachos, lo que terminó sacando los alcoholímetros de las calles. Es de esperarse que en esta ocasión, y ya sin la utilización del gas pimienta, se pueda sacar provecho a los alcoholímetros y a lo que se invirtió en su adquisición, al igual que como ocurre en otros países, pues algún control debe de haber para mantener a raya a tantos bebedores irresponsables e inconscientes que andan por ahí coqueteando con la tragedia.