Qué se dice
Funcionarios

<SPAN><STRONG>Qué se dice</STRONG></SPAN><BR>Funcionarios

Cuándo nos convertimos en el país más presidencialista de la bolita del mundo nadie sabría decirlo con exactitud, pero no hay dudas de que el peso de 30 años de dictadura, como parte de una arraigada tradición autoritaria que se remonta a los albores mismos de la República, ha sido decisivo para moldear la democracia que nos gastamos, donde todavía se le rinde un culto innecesario al Presidente de turno,  como si este en lugar de haber sido elegido voto a voto por sus conciudadanos y conciudadanas hubiese bajado del cielo única y exclusivamente a hacernos el favor de gobernarnos.

Los ejemplos son tan abundantes como deprimentes, y en algunos casos francamente  ridículos, verbigracia el director del Indrhi, el ingeniero Héctor Rodríguez Pimentel, quien hubo de trasladarse a la comunidad de Juan Gómez, en Montecristi, a supervisar los trabajos de rehabilitación del canal de riego Horacio Vásquez, en los que el gobierno invierte alrededor de 30 millones de pesos, “cumpliendo instrucciones del Presidente de la República”. Lo peor del caso es que quienes así actúan y se pronuncian ni siquiera se dan cuenta del penoso espectáculo que ofrecen, pues solo  un funcionario incompetente, que no sabe lo que tiene entre manos,  necesita que  el Presidente de la República le diga lo que tiene que hacer y donde ir a cumplir con sus responsabilidades.

El maná

Desde un principio se dijo, y así lo expresaron analistas y observadores del acontecer nacional, que la tormenta Noel, y posteriormente Olga, representaban una gran prueba para el gobierno y su candidato, el presidente Leonel Fernández, a su capacidad de dar respuesta oportuna y eficaz a quienes sufrieron sus devastadores embates, y que esa prueba sería determinante, incluso, para la permanencia del PLD en el poder más allá del 2008, pero pocos se hubieran atrevido a sugerir que la tragedia dejada por el paso de los dos fenómenos se convertiría para el gobierno,  en términos de recursos económicos frescos, en una especie de maná que cae del cielo, pues los aportes procedentes del exterior destinados a mitigar los daños causados por los fenómenos siguen llegando de manera abundante. Ayer mismo, por ejemplo,  el representante del Banco Interamericano de Desarrollo en el país, Moisés Pineda, anunció que el organismo desembolsará  70 millones de dólares al país como parte de un paquete de asistencia de emergencia para la construcción de carreteras, viviendas y acueductos, de los cuales US$50 millones serán destinados a impulsar la primera fase de un  programa de rehabilitación, reconstrucción y mantenimiento de la red vial nacional a cargo de la secretaría de Obras Públicas. Esos cuantiosos recursos son un arma poderosa en manos del gobierno, que será el principal beneficiario, electoralmente hablando, de ese ambicioso programa de reconstrucción y rehabilitación de calles, avenidas y carreteras que abarcará todo el país. A quien Dios se lo dio…   

  Puntos oscuros

Parece que no todo está dicho sobre el indulto concedido a Miriam Brito, condenada a veinte años por el asesinato de su esposo, el empresario arenero José Castro. Los familiares del empresario asesinado, que insisten en que no fueron consultados sobre el perdón presidencial que favoreció a la matadora de su pariente, quieren saber el paradero de la doméstica Deidania González Jiménez, condenada a 30 años por ser la autora material del crimen y quien según las autoridades se encuentra prófuga, aunque hay quienes aseguran que la mujer, quien dio a luz un hijo mientras se encontraba recluida en Najayo Mujeres, fue ayudada a salir del país para que no se convirtiera en  un obstáculo  para la liberación de Brito. El Procurador General de la República, que ayer volvió a defender la legalidad  del indulto, está en la obligación de aclarar todos los puntos oscuros que rodean esa controversial decisión, empezando por  la “misteriosa” desaparición de la autora material de la muerte del empresario José Castro. No hay de otra.

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