Qué se dice
Haciendo coro

<STRONG>Qué se dice<BR></STRONG>Haciendo coro

A pesar de que cada vez es más amplio y variado el coro de voces que se suman a la denuncia de que existe una  campaña internacional para desacreditar al país alentada por nuestros competidores en materia de turismo en el área del Caribe, el secretario de Turismo Félix Jiménez, quien por sus responsabilidades públicas debería ser el mejor informado sobre esas ocurrencias, dice que no, que no hay ninguna campaña, lamentando que tantas personas -el cardenal López Rodríguez y el síndico Roberto Salcedo, entre muchas otras-  estén quejándose y protestando por algo que no existe, que simplemente no está sucediendo.

Jiménez explica que Turismo tiene oficinas de prensa y relaciones públicas en muchos países y en ninguno han escuchado hablar de esa campaña de descrédito. Es de esperarse que las declaraciones del secretario de Turismo, a quien no puede atribuírsele interés en ocultar un problema que le concierne de manera tan directa, contribuya a bajar los ánimos de gente que ha reaccionado con demasiada virulencia ante esa supuesta agresión allende los mares, como debiera obligar a otros a buscarse una  excusa más creíble para evadir las críticas que se hacen a la forma en que maneja los asuntos públicos puestos bajo su responsabilidad.

 Bajo control

Ha dicho el secretario de Salud Pública, como la cosa más natural del mundo, que en el país se han reportado este año 200 mil casos febriles sospechosos de ser malaria,  1,010 menos que el pasado año a la misma fecha, recordando -mal de muchos consuelo de tontos- que en el mundo se registran cada año unos 500 millones de casos de la enfermedad, principalmente en Asia y Africa. Si así están las cosas, al decir de una voz tan autorizada como la del doctor Bautista Rojas Gómez, ¿qué de raro tendría que a los ciudadanos extranjeros que nos visiten se les advierta del riesgo al que se exponen al visitar un país donde se reportan 200 mil casos de malaria y sus autoridades sanitarias consideran  la enfermedad “bajo control”? No hay forma de considerar esa clase de advertencias, si acaso se han producido, como parte de una campaña malintencionada para desacreditar nuestra industria turística, a menos que las veamos desde la perspectiva de un chauvinismo  desfasado y ridículo.

El “cofrecito”

Lo peor que puede ocurrir, a la hora de   justificar el “cofrecito” que reciben cada mes los senadores de la república, entre 400 mil y 900 mil pesos dependiendo de la cantidad de habitantes de cada demarcación, es que se eche mano  al cínico argumento  de que antes, con las ONG’S y las fundaciones que patrocinaban los legisladores, las cosas eran mucho peor, pues no había ningún control sobre el manejo de esos recursos, mucho más cuantiosos que los que ahora se canalizan a través del Fondo de Asistencia Social, ni en qué se gastaban. Charlie Mariotti, senador peledeísta por Monte Plata, está consciente de que se trata de clientelismo puro y duro, pero también de que un mal tan arraigado en la cultura política dominicana no va a erradicarse de un día para otro sino a través de una “reingeniería social” que tomaría 15, 20 ó 25 años en rendir sus frutos. ¿Qué hacer mientras tanto? El senador por Monte Plata explica que en la Cámara Alta se trabaja en el establecimiento de controles rigurosos que garanticen que esos recursos, de los que hay que rendir cuentas cada mes, se inviertan en mejorar las condiciones de vida de la gente y no en provecho de los propios senadores y sus particulares intereses políticos, pero eso es algo que todavía está por verse. En lo que ese milagro se produce, no hay más remedio que felicitar a los agraciados que cada mes disfrutarán de su bien surtido “cofrecito”.

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