Si bien es cierto, como dice el Secretario de Turismo, que en el mundo globalizado en el que vivimos las noticias negativas que se difunden sobre el país tienen un efecto inmediato sobre el turismo, también lo es que los medios de comunicación tienen la responsabilidad ineludible de informar sobre todo lo que entiendan de interés para la colectividad, responsabilidad que en el caso de los desastres naturales empieza, necesariamente, por ofrecer una idea lo más aproximada posible a la magnitud de los daños y pérdidas, tanto en bienes materiales como en vidas humanas. ¿Deben los medios abstenerse de ofrecer esa visión de nuestra realidad -dolorosa o impactante- para evitar que esas informaciones proyecten una «mala imagen» del país que perjudique a nuestra principal fuente generadora de divisas? Por supuesto que no. Todos estamos comprometidos, porque nos conviene como país, con el desarrollo y la consolidación del turismo, pero no a un precio tan alto. Nadie ha podido, hasta ahora, tapar el sol con tan solo un dedo. ¿Qué hace pensar a Felucho Jiménez que él sí podrá?

Pie de amigo

Parece que el paso del huracán Jeanne por territorio dominicano, que ha dejado pérdidas cuantiosas en la agricultura y miles de familias sin hogar, será el inesperado «pie de amigo» que hará posible la aprobación de la zarandeada reforma fiscal en el Senado, que deberá conocerla hoy en segunda lectura. Aníbal García Duvergé, vocero de la bancada perredeísta, ha dado seguridades de que la pieza será sancionada favorablemente tal y como llegó de la Cámara de Diputados, para permitir -según dijo- que el gobierno disponga de recursos para hacer frente a los daños provocados por el huracán. Lo que no pudieron conseguir los distintos sectores de la vida nacional, incluída la Iglesia, lo podría lograr Jeanne y su secuela de muerte y destrucción. Ojalá que los senadores sean capaces de hacer a un lado los distintos intereses que gravitan sobre ese proyecto, incluídas las supuestas presiones que ejerce la embajada de Estados Unidos para que se deje fuera el gravamen al sirop de maíz, y actúen en sintonía con lo que ha dado en llamarse, pomposamente, «los mejores intereses del país», precisamente los mismos intereses tantas veces invocados en vano por nuestros legisladores.

Por su cuenta

La escuela básica Benito Juárez, en Cristo Rey, ha sido saqueada varias veces por los ladrones, la última vez -la madrugada del pasado sábado- llevándose útiles y enseres por valor de los 200 mil pesos. La licenciada Florencia Melvina Dinzey, directora del plantel, relató que los ladrones se presentaron a la escuela a las 3:00 de la madrugada en una camioneta, rompieron la verja y cargaron con todo lo que encontraron, con tan buena suerte que a pesar de todo ese despliegue nadie en el cuartel de la Policía, que queda a menos de cien metros, se dio por enterado de lo que sucedía. Lo que está ocurriendo en Cristo Rey, según supo este diario, es que el tigueraje anda por su cuenta desde que el padre Rogelio, a quien temían y respetaban, fue exiliado al noroeste del país, lo que ha dejado al barrio a expensas de una delincuencia que no respeta nada ni a nadie. ¿Y la Policía Nacional? Bien gracias.