CLAUDIO ACOSTA
c.acosta@hoy.com.do 
Radhamés Segura no es el único, dentro del PLD, que ha visto ensombrecerse su horizonte político ante la posibilidad de que el presidente Fernández decida optar por una tercera reelección consecutiva, como lo insinuó el propio mandatario en un encuentro que sostuvo con directores de medios en el Palacio Nacional a principios de semana.

Sobre todo gente que está convencida, al igual que el vicepresidente de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), de que  Leonel Fernández, como principal figura y líder de esa organización, está llamado a ser  el principal garante  del clima de unidad y equilibrio que permita el surgimiento de las aspiraciones a  la candidatura presidencial en el 2012. Pero nada de eso sería posible si el mandatario, como dejó entrever en ese encuentro, le coge tanto gusto al carguito que decide seguir a caballo, y no hay que dudar que dentro del partido que fundó el profesor Juan Bosch habrá gente dispuesta a resucitar,  gozosa, el “vuelve y vuelve” que convirtieron en grito de guerra los corifeos del reeleccionista por antonomasia de la política dominicana, el doctor Joaquín Balaguer. ¿Qué pasará con aquellos que, al igual que Radhamés Segura, creen tener derecho y méritos suficientes para recibir la antorcha de manos del presidente Fernández? ¿Qué pasará con Danilo Medina y sus seguidores si, como temen, finalmente se convierte en realidad su peor pesadilla? A muchos parecerá extemporáneo, estando las elecciones del próximo 16 de mayo de por medio, formular esa clase de preguntas o expresar esas preocupaciones si de todas maneras falta tanto tiempo para el 2012, sin olvidar el hecho de que el mandatario está inhabilitado por la Constitución para optar por un nuevo período. Pero eso no es lo que deben estar pensando los peledeístas a los que las insinuaciones  del mandatario han robado el sueño, gente que está muy consciente, como bien lo demuestra la historia reciente, de que la Constitución no es un obstáculo insalvable cuando la reelección va p´lante, bien sea  en el tractor sin frenos de Hipólito Mejía o en el Metro del Progreso del presidente Leonel Fernández.