Qué se dice
Negociación fallida

<STRONG>Qué se dice<BR></STRONG>Negociación fallida

Cuando el ingeniero Diandino Peña se embarcó en las negociaciones con el Consejo Empresarial y Sindical del Transporte (CONSETRAN) dizque para resolver, de una vez y para siempre, los eternos problemas del transporte de pasajeros en República Dominicana, se temió que el eficiente constructor se estuviese metiendo en camisa de once varas, pero los primeros resultados de esas negociaciones despejaron muy pronto esos temores y convencieron a mucha gente de que estaban siendo testigos del nacimiento de otro gran mediador, lo que se confirmó cuando se supo que su componedora mano fue la que hizo posible un entendimiento entre empresarios y sindicalistas en torno al salario mínimo.

Ocurre, sin embargo, que las negociaciones entre la OPRET y CONSETRAN están suspendidas desde hace tres semanas, pues según Juan Hubieres el ingeniero Peña se desinteresó del tema, dejó de asistir a las reuniones y se niega a tomarles el teléfono. ¿Qué habrá pasado ahí?

Larga espera

Fue una larga espera, dos largos años acunando una promesa que no acababa de cumplirse, como si el doloroso recuerdo de los 136 reclusos que murieron calcinados en la vieja cárcel estuviese condenado a permanecer vivo para siempre en la escarnecida memoria de los higüeyanos. Pero como dicen que nunca es tarde si la dicha es buena, hay que recibir casi con aplausos la noticia de que el gobierno ya empezó a construir, por fin, el nuevo recinto. El Procurador General de la República, Radhamés Jiménez, y el director de la Oficina Supervisora de Obras del Estado, Félix Bautista, se trasladaron el pasado jueves a la comunidad de Ana Muya, en las afueras de Higüey, donde encabezaron la ceremonia que dejó iniciados los trabajos, pero donde también entregaron una primera partida de RD$45 millones de pesos a las compañías responsables de construir la nueva cárcel, equivalente al 10% del costo total de los trabajos. Ojalá que no haya que encomendarse a la virgencita de la Altagracia para que aparezca el otro 90%. Amén.

Eficiencia

A muchos puertoplateños les disgusta, por razones comprensibles, que se ventile en los medios de comunicación el grave problema de violencia criminal que padece la Novia del Atlántico, que si bien no merece que se declare a la provincia en estado de emergencia sí requiere de atención por parte de las autoridades, pues si ese tipo de violencia se sale de control tendrá repercusiones catastróficas sobre la economía de una comunidad que vive fundamentalmente del turismo. Por eso ha sido tan importante que la Policía Nacional haya dado con los responsables de la muerte de un empresario alemán al que varios jóvenes asesinaron a puñaladas para robarle apenas 24 horas después de haberse perpetrado el crimen, una muestra de eficiencia que debería llenar de tranquilidad a una sociedad que, como la puertoplateña, lucha a brazo partido para evitar que la delincuencia y la violencia que genera le arrebaten, literalmente, el pan de la boca.

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