Qué se dice
Parejerías

Qué se dice<BR><STRONG>Parejerías</STRONG>

Lamenta el embajador de Alemania en el país, Karl Kohler, que una nación tan pobre como República Dominicana gaste tanto dinero en una campaña electoral tan larga, como lamenta también el hecho de que esa campaña, a pesar de su profusión e intensidad, no menciona por ninguna parte los programas de gobierno que los partidos ofertan a sus electores. Ese no ha de ser, sin embargo, el único contraste que llame la atención del embajador Kohler, que si lleva suficiente tiempo en el país ya se habrá dado cuenta de la extraordinaria cantidad de yipetas y automóviles de lujo que desandan nuestras calles y carreteras, al igual que la gran cantidad de teléfonos celulares que tenemos por habitante, de las más altas -en términos relativos, desde luego- del mundo. Si difícil resultó al diplomático alemán, tal y como reveló a un reportero de este diario, explicar a sus compatriotas las diferencias entre los partidos dominicanos que terciarán en las elecciones por la ausencia, precisamente, de programas de gobierno en la oferta electoral, más difícil le resultará explicarle la propensión al lujo y el boato de un pobre y jodido pueblo, dada la imposibilidad de traducir el dominicanismo parejería al alemán.

La historia en su lugar
Cuando el ingeniero Quique Antún dijo, durante su participación en el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio, que el doctor José Francisco Peña Gómez no era el “camino malo” al que hizo alusión el doctor Joquín Balaguer en el célebre discurso que pronunció en el Palacio de loas Deportes para dejar sellado el controvertido Frente Patriotico entre peledeístas y reformistas, provocó un gran desconcierto entre los periodistas presentes, sobre todo entre aquellos que, por obligaciones del oficio, fueron testigos de primera mano de aquellos históricos acontecimientos. Por suerte en el almuerzo siguiente, que reunió a representantes del Bloque Progresista, Andrés Vanderhorst y el doctor Humberto Salazar se ocuparon de poner las cosas en su lugar, al confirmar lo que todo el mundo -menos Quique Antún, evidentemente- ha dado siempre por sentado: que el fallecido líder reformista y el PRSC, tanto el de la luz como el de la sombra, hicieron “hasta lo imposible” para impedir el ascenso al poder del doctor José Francisco Peña Gómez, como al efecto ocurrió.

Bochorno en la Cinemateca
Casi todo el mundo elogia el buen trabajo que se ha hecho, durante la presente administración, en la Cinemateca Dominicana. Y aunque nadie pone en duda la capacidad gerencial, el entusiasmo y la entrega al trabajo del hombre responsable de su casi milagroso renacimiento, Carlos Francisco Elías, parece oportuno, justo y necesario que respondiese la siguiente pregunta, la misma que se han hecho cientos de cinéfilos que se han dado una vuelta por el excelente Festival de Cine Europeo que actualmente presenta: ¿De quién depende que la planta eléctrica empiece, por fin, a funcionar? El mal rato pasado durante la inauguración de ese festival, cuando un impertinente apagón dejó a oscuras largo rato a un público expectante y desagradablemente sorprendido, constituye un momento bochornoso que no merecen los enamorados del cine de calidad que cada día colman la Cinemateca.

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