Que se dice
Pasta tóxica

<STRONG>Que se dice<BR></STRONG>Pasta tóxica

El director de Aduanas, Miguel Cocco, apeló ayer a la buena voluntad de los comerciantes que adquirieron la pasta dental tóxica importada desde Panamá para que la devuelvan -motu proprio- a las  autoridades, pero si acaso eso no fuera suficiente les advirtió que quienes se  nieguen serán sancionados y sometidos a la  justicia.

Hace unos días la Sociedad Dominicana de Nefrología hizo un llamado de alerta al que  hay que poner mucha atención, pues está en juego la salud de la población y probablemente hasta la vida de muchas personas que adquirieron el producto ignorando el peligro  al que se exponen. Por eso es tan urgente que las autoridades encuentren cuanto antes la forma de recoger del mercado toda esa pasta como una forma de minimizar, en lo posible, la eventualidad de una lamentable desgracia, aunque en el esfuerzo se incurra en alguna que otra arbitrariedad.

 ¿Hasta dónde llegaremos?

Hace mas o menos un par de semanas la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) ofreció una noticia que provocó un gran revuelo, pues se ignoraba  que por esos caminos hubiéramos llegado tan lejos: el apresamiento, en el barrio Capotillo, de un anciano de 80 años quien, en compañía de su esposa de 58, operaban un punto de venta de drogas. No obstante el alboroto que provocó la noticia se pensó que se trataba de un caso aislado y excepcional, sobre todo si se toma en cuenta que Capotillo, según los entendidos en esos asuntos, es el principal centro de distribución de drogas de la Capital, desde donde operan los “capos” que alimentan las vastas redes del “microtráfico” que tanto daño está provocando a la juventud de nuestros barrios, pero tal parece que el involucramiento de ancianos en un negocio que florece como la verdolaga por todo el país desbordó hace rato sus fronteras. Ayer la División Norte de la DNCD, con sede en Santiago, informó del apresamiento en el sector Hato Bonito de Cien Fuegos de cuatro menores de edad, uno de los cuales dirigía un punto de drogas, pero igualmente de una anciana de 70 años que hacía lo mismo pero en el sector Cambronal. ¿A dónde iremos a parar?

Arrepentimiento

Es muy probable que, tras la lluvia de críticas, recriminaciones y hasta pedidos de renuncia, los jueces de la Cámara de Cuentas estén hoy arrepentidos de su decisión de aumentarse a sí mismos los sueldos en una proporción no solo escandalosa sino también insultante, sobre todo después del boche disfrazado de indirecta que recibieron durante la homilía celebrada para conmemorar el 153 aniversario de la institución de parte del párroco de la iglesia Las Mercedes, Fray Máximo Rodríguez. ¿Cómo imaginarse que, en tan solemne ocasión, escucharían cómo desde el púlpito se critica el que miles de empleados públicos sobrevivan apenas con un salario de 3 mil pesos mientras unos cuantos funcionarios privilegiados ganan hasta un millón de pesos al mes? A la salida de la misa, como era de esperarse, los periodistas quisieron abordarlos para pedirle su reacción a una indirecta demasiado directa, pero lograron escabullirse a las preguntas y se marcharon raudos y veloces acompañados de sus escoltas policiales. Sin embargo, algunos periodistas escucharon clarito cuando Henrry Mejía se quejaba, como quien piensa en voz alta,  del ramplimazo que alevosamente les soltó el cura entre pecho y espalda. 

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