Con permiso de Noel, sus cosechas arrasadas y sus miles de damnificados preciso es hacer un pequeño paréntesis para recordar que mañana sábado está supuesto a vencerse el plazo de noventa días otorgado por la Secretaría de Medio Ambiente para el cese definitivo de la extracción de materiales de los lechos de nuestros ríos, causa principal de la muerte prematura.

Pese a las presiones recibidas, que no han sido pocas, y las sugerencias de que suavice, aplace o flexibilice los alcances de la resolución 16-2007 emitida en los días finales de la gestión del doctor Max Puig, Omar Ramírez ha mantenido en pie su decisión de hacerla cumplir. Y eso se aplaude, y se reconoce, y  a muchos hasta les devuelve un poco la perdida confianza en nuestras instituciones, tan débiles y sumisas a los llamados poderes fácticos, sobre todo después de que el propio secretario de Medio Ambiente, acompañado de representantes de las principales granceras, anunciaran en rueda de prensa conjunta que a partir de mañana no se volverán a extraer materiales de los cauces de nuestros ríos. Celebremos la buena nueva mientras dure, con la secreta esperanza de que con el paso del tiempo, y la llegada de un nuevo gobierno con un nuevo librito, no lo eche todo a perder gracias a un infame decretazo, una posibilidad -desgraciadamente- que siempre es posible en el país más presidencialista del mundo. Crucemos los dedos.

Un buen consejo

Cristina Nogueira, representante en el país de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), acaba de regalarle a las autoridades e instituciones responsables del manejo y distribución de las ayudas, nacionales e internacionales, que se están recibiendo para las víctimas de Noel un consejo que deberían empeñarse en seguir al pie de la letra:  el momento demanda concentrarse en mejorar la coordinación y distribución de esas ayudas, a fin de evitar que lleguen a quienes no las necesitan o simplemente quieren lucrarse de la desgracia ajena. Hablando a partir de su propia experiencia la funcionaria señaló que en otros países, donde han ocurrido desastres similares a Noel, se ha dado un uso indebido a esos fondos y ayudas recibidas y no solo por parte de los políticos, igual de voraces en todas partes, por lo que exhortó a las entidades extranjeras que quieran hacer su aporte en favor de los damnificados  a que las canalicen a través de los organismos gestores oficiales, para que esta pueda llegar a quienes verdaderamente la están necesitando. Dada la cantidad y profusión de la ayuda que nos está llegando, que ya se calcula en más de cien millones de dólares, el consejo de la señora Nogueira nos viene como anillo al dedo.

En la frontera

De antemano se sabía que la presencia en la frontera de Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza (CESFRONT), con la encomienda de reducir a su mínima expresión el contrabando de todo tipo de mercancías, generaría fricciones y problemas, sobre todo entre quienes han visto afectados sus intereses y negocios, que no son pocos en una zona donde todo gira alrededor del comercio, formal e informal, entre las dos naciones. Las quejas y las protestas, por lo tanto, no  han faltado, sobre todo aquellas dando cuenta de supuestos atropellos y abusos de autoridad; ayer mismo, por cierto, estaba supuesta a celebrarse una protesta montada por organizaciones de la sociedad civil y el respaldo de la Iglesia Católica, debido a que esas restricciones les están haciendo la vida imposible a muchísima gente que solo trata de sobrevivir. El CESFRONT tiene en la frontera un misión delicada y difícil que el resto del país le reconoce y quiere estimular, sobre todo porque sabe todo lo que está en juego, pero hay que evitar a toda costa los abusos y vejámenes.