Muchos han criticado la rígida trilateralidad con poder de veto de las partes que conforman el Sistema de Seguridad Social. Las tres piedras del fogón: patronos, sindicatos y gobierno, tienen allí la misma posibilidad de detener de manera unilateral cualquier toma de decisiones con simplemente disentir. Continuamente la facultad del veto atrasó a la seguridad social e impidió al sector público hacer valer los intereses colectivos sobre los particulares.

Por igual en otros ámbitos de la nación el pataleo no es un simple derecho sino una forma arbitraria de echarle jabón al mejor sancocho. Hay quienes ya apuestan a que los granceros se zafarán, por vía de objeciones que el gobierno aceptaría, permaneciendo en la extracción de material en los ríos. Los choferes han tenido aquí, en aspectos del transporte, el típico comportamiento de los que se creen ley, batuta y Constitución. Los generadores eléctricos impusieron tan aplastantemente su parecer, en cierto enfrentamiento, que hicieron posible el insólito parto del Acuerdo de Madrid. El Estado se trasladó, embozado, a España para someterse a las condiciones que ellos quisieron. Lo demás es historia: al consumidor se le aplica todavía una tarifa eléctrica congelada en lo alto. El ciudadano de a pie cree que el año escolar comienza cuando lo dispone la Secretaría de Educación. Pero ¡no! Los maestros siempre esperan saber lo que al respecto diga la cúpula de la ADP. ¿Dónde está el principio de autoridad?

Situación capicúa

Estaba previsto que el Presidente Leonel Fernández encabezara el jueves en El Palmar de Herrera de uno de los municipios de Santo Domingo, la inauguración de un tanque de acueducto que servirá agua a medio millón de habitantes, lo cual, logrado así de un solo tirón, es un beneficio mayor para la colectividad, en el contexto de los males que acogotan a la ciudad y a sus entornos. Se ha comentado que un simple ejercicio matemático hizo desistir al primer mandatario de hacer acto de presencia, pues ante las vastas proporciones de la crisis de suministro, resolver el problema a una sola parte de la demografía, tal vez exponía al Jefe del Estado a una desagradable aparición de reclamos de otros sectores vecinos pues en sentido general ha habido retraso en las inversiones que requiere la calidad de un servicio público vital. Sin embargo, se ha manejado otra teoría para explicar que el Presidente eludiera el acto de inauguración. La de que en vísperas de una coyuntura de posibles cambios, el líder máximo del PLD probablemente prefería no colocarse al alcance de ciertas majaderías de alto nivel que se hubieran suscitado ahora que hay muchos pejes gordos que quieren conservar sus puestos y otros numerosos personajes de tinte morado que aguardan para entrar al vagón de primera del tren gubernamental.

Revista infuncional

La ley ordena que cada año los vehículos de motor sean sometidos a una revisión mecánica y de condiciones generales para la expedición de un marbete que con periodicidad los policías de Amet se lanzan a exigir so pena de levantar infracciones a los conductores. A fin de cuenta se trata de una represión que parece movida más por el interés de recaudar que por poner orden en las vías. Nada indica que se esté impidiendo la libre circulación de vehículos en muy malas condiciones. Santo Domingo padece sin remedio la sobreabundancia de chatarras rodantes, ya sea como taxis, conchos o autos de uso privado. La inmunidad para circular sin tropiezos en ruinosos vehículos, incluyendo muchos de carga y las terribles voladoras, tendría mucho que ver con algo que comienza a darse en las calles en vísperas de las redadas de exigencia de revistas; y es que por doquier aparecen individuos en la venta ilegal de marbetes que son absolutamente iguales a los que se expiden de manera oficial en las oficinas de Obras Públicas. Podría jurarse que se trata de un mercado negro que logra abastecerse del documento, con toda impunidad, en el mismo lugar de procedencia que utiliza el organismo oficial correspondiente para obtener el susodicho rótulo.