Qué se dice
Precariedades

Qué se dice<BR><STRONG>Precariedades</STRONG>

Si bien tranquilizan las declaraciones del doctor Luis Arias, presidente de la JCE, en las que afirma que el tribunal de comicios goza de suficiente holgura económica como para financiar, sin riesgos de contratiempos o problemas, las elecciones de mayo próximo, confunde un poco el hecho de que otro de sus jueces, el doctor Nelson Gómez, para más señas presidente de la Cámara Administrativa, ofrezca un panorama tan distinto, al extremo, según revela, de que en mayo no habrá conqué cubrir los gastos de nómina.

El doctor Gómez explica que esa situación de precariedad obedece a que el gobierno entregó completo y a tiempo el presupuesto electoral del organismo, el destinado a cubrir todo lo que tiene que ver con la organización del proceso, pero no así el presupuesto operativo, el que mantiene funcionando la institución. Como sabemos, por amarga experiencia, que en este país nunca falta un pelo dentro de un sancocho, bien haría el gobierno en agilizar la entrega de esos recursos, pues no conviene que en mayo, en medio de un proceso electoral y los naturales tirijalas y pataleos entre ganadores y perdedores, tengamos también a los empleados de la JCE, así como sus jueces y personal técnico, con la incertidumbre de no saber de dónde saldrán los cuartos para pagar sus salarios y otros viáticos, para no hablar de eventuales «trastornos operativos» de imprevisibles consecuencias.

Camino al altar

  Parece que el cacareado noviazgo entre perredeístas y reformistas terminará ante el altar, como un matrimonio con vocación duradera, tal y como expresaron Víctor Gómez Casanova, secretario general del PRSC, y su homólogo en el PRD, Orlando Jorge Mera, a quienes se escuchó coincidir en el deseo de que el pacto entre el PRD y el PRSC que conformó la Alianza Rosada se extienda por veinte años mas. Un acuerdo entre partidos de tan largo alcance en el tiempo no tiene precedentes en la historia de la política dominicana, que sí exhibe con profusión la existencia de cientos de partidos y partiduchos de efímera vida, y de seguro levantará muchas ronchas, por lo que no faltará quien sugiera que ese matrimonio, si acaso se consuma, se haga -como dicen los abogados- «con separación de bienes», pues de lo contrario significará el tiro de gracia para lo que queda del partido legado en herencia por el doctor Joaquín Balaguer a sus discípulos y seguidores.

Crímenes por encargo

  Por lo visto habrá que acostumbrarse a la idea de que los crímenes por encargo son ya parte, por derecho propio, de la cultura delictiva de República Dominicana, un fenónemo elocuentemente documentado por la escalofriante frecuencia conque las crónicas rojas de nuestros diarios recojen asesinatos con esas características, el último de ellos el de un abogado en Puerto Plata, asesinado a balazos por desconocidos cuando se encontraba en su residencia. De hecho, se habla de la existencia de organizaciones criminales dedicadas a ofrecer esos especiales «servicios», que incluyen también el secuestro como forma de cobrar, de manera compulsiva, deudas producto de la venta de drogas o los conocidos «tumbes», pero sobre todo de sicarios que por unos cuantos miles de pesos se encargan de despachar al más allá al odiado enemigo, así sea por despecho amoroso, una deuda incobrable o una venganza familiar. ¿Quién podrá defendernos?

Publicaciones Relacionadas

Más leídas