Antes de que empiecen a llover las críticas y recriminaciones sobre la doctora Aura Celeste Fernández por airear las interioridades de la Junta Central Electoral, en esta ocasión su oposición a que el doctor Roberto Rosario participe en las discusiones del pleno sobre el contrato de la empresa SOMO, hay que señalar que su decisión está inspirada en lo que podría llamarse, con todo derecho, legítima defensa.

. En una extensa misiva remitida a los principales diarios, la doctora Fernández explica que se ha visto forzada a exponer públicamente las razones por las que pidió la inhibición del doctor Rosario en los debates del controvertido contrato debido a las filtraciones a la prensa de las incidencias de la ultima sesión, “con el agravante -señala- de que no traducen fielmente los contenidos de los debates, ni el sentido de las resoluciones adoptadas, lo que no se hace de manera inocente sino que mas bien se busca hacer daño a la institución y en particular a esta servidora”. ¿Nubarrones de tormenta en el horizonte?

¡Confirmado!

 Entonces era verdad lo que tantas veces negaron los distintos voceros reeleccionistas cada vez que se les cuestionaba sobre la llevada y traída denuncia: se está cancelando a peledeístas de la administración pública, por el único pecado de comulgar con las aspiraciones del licenciado Danilo Medina de ser el candidato presidencial del PLD en el 2008. Ha sido, precisamente, el mandatario quien se ha encargado de confirmar esa desmentida denuncia, y lo ha hecho de la manera más contundente: impartiendo instrucciones a secretarios de Estado, directores de departamentos y administradores de instituciones públicas para que detengan esas cancelaciones, al tiempo que ordena la reintegración de los que han sido sacados de sus empleos. Es de esperarse que de ahora en adelante bajará el tono y la temperatura del debate entre danilistas y partidarios de la reelección, que esta semana alcanzó su punto más álgido cuando el senador de Baní, Wilton Guerrero, se atrevió a llamar “Gatica de María Ramos” al presidente Fernández.

El magnánimo

  La decisión del presidente Fernández de parar las cancelaciones no solo ha merecido elogios en la opinión pública, donde se ha recibido como el balde de agua fría llamado a enfriar las encendidas pasiones peledeístas, sino de los directamente afectados, empezando por el licenciado Danilo Medina, quien la ha calificado como “un duro golpe” a las prácticas intolerantes propiciadas por los reeleccionistas contra sus seguidores y simpatizantes. Roberto Rodríguez Marchena, principal vocero del danilismo, también derrochó elogios a lo que considera “una victoria” para el partido morado ya que se impuso la libertad de expresión y de pensamiento. Pero si se va a hablar de victorias y ganadores hay que advertir, por si no se han dado cuenta todavía, que el único ganador en este episodio solo puede ser el presidente Fernández, pues su magnánimo gesto lo coloca por encima del bien y del mal, pero sobre todo de la virulencia de un debate interno que cada día se degrada mas, para espanto de una opinión pública que asiste perpleja a la perredeización del partido que fundara Juan Bosch precisamente, valga la paradoja, para distanciarse del modelo de partido que encarna el PRD.