Qué se dice
Prórrogas

<STRONG>Qué se dice<BR></STRONG>Prórrogas

Se quejaba el otro día Juan Hernández, director general de Impuestos Internos, de que tan pronto se dio a conocer la noticia de que habría una prórroga de 15 días para la obtención del marbete de   la placa debido a los trastornos provocados por Noel disminuyó  la afluencia de contribuyentes a las estafetas, tanto así que la proporción diaria de la obtención del documento antes de la tormenta era de 27 mil, pero cuando se anunció la prórroga se redujo de manera automática a menos de mil choferes al día.

Se trata de una pésima costumbre que, paradójicamente, las autoridades han contribuido a fomentar con sus prórrogas, aplazamientos y flexibilizaciones cada vez que nos toca honrar un plazo como responsables ciudadanos y ciudadanas, en este caso particular el pago del impuesto a la circulación de  vehículos de motor, que tarde o temprano tendremos que erradicar si ciertamente queremos convertirnos en un país moderno y bien organizado dispuesto a echar p’lante. Y la mejor manera de hacerlo, aunque duela y moleste, es no seguir otorgando nuevas prórrogas a los morosos que tanto abundan en estas indolentes tierras, y el que no cumpla porque lo dejó para el último minuto que se atenga a las consecuencias o a los recargos y penalizaciones de rigor. Sólo así cambiaremos.

Escasez

Ferreteros y constructores reportaron ayer alzas de hasta un 50% en los precios de la arena y otros materiales de construcción, alzas que propietarios de granceras atribuyen a los precios estratosféricos que han alcanzado los combustibles en el mercado internacional, arena y materiales que volverán a subir -dicen- cuando empiecen a sentirse los efectos de la suspensión, por parte de la Secretaría de Medio Ambiente, de la extracción de agregados de los lechos de los ríos vigente desde el pasado sábado. Muchos ferreteros sospechan, sin embargo, que  esas alzas obedecen a una maniobra, de carácter especulativo, para producir nuevos aumentos que no solo llenarán generosamente algunos bolsillos sino que servirá también como  elemento de presión a las autoridades para que estas flexibilicen, o en el mejor de los casos deroguen,  una prohibición que  lesiona poderosos intereses.

Amabilidades

Amable Aristy Castro no solo ha seguido adelante, a pesar de las abundantes críticas recibidas, con su repartidera de dinero, pollos, canastillas para embarazadas y otras chucherías en sus ya famosos cacerolazos sino que se da el lujo de agregar nuevos atractivos a su “oferta” electoral, como ha sido el caso de los cien cerditos vivos que repartió entre sus seguidores el pasado lunes en Santiago. El candidato del PRSC se comporta como quien ha descubierto, mercadológicamente hablando, un  filón de oro, y lo está explotando a su gusto, pues no solo está convirtiendo sus recorridos proselitistas en un éxito de concurrencia y participación sino que está consiguiendo también la atención de los medios. Repartir cerditos, pollos y sillas de ruedas entre los pobres de nuestros barrios no será lo que convierta a Aristy Castro en el ganador de las elecciones del próximo 16 de mayo, pero no hay dudas de que su estilo ha logrado impactar en el electorado y eso, de alguna manera, tendrá que reflejarse en las encuestas y en las urnas. El resto déjenselo al candidato reformista, que en una segunda vuelta tendrá la oportunidad de poner nuevamente a prueba su capacidad de amarre y negociación.

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