Como si la cerrazón y la intransigencia hasta ahora exhibidas por la Federación de Asociaciones de Profesores de la UASD que promueve la huelga en esa academia no fueran suficientes indicios para sugerir otros motivos, más allá de los puramente reivindicativos, detrás de ese paro, ahora resulta que los gremios que agrupan a profesores y empleados han ampliado sus exigencias, pues en lugar del 30% de aumento salarial que ha sido, desde el principio, su demanda fundamental, quieren un 20% de ese aumento de inmediato -salga de donde salga- y otro 20% el año que viene. Este cambio se produce, según las explicaciones ofrecidas a una reportera de este diario por Héctor Sánchez, presidente de Faprouasd, debido a que el Banco Central ha proyectado la inflación para este año en un 10%, inflación que esperan compensar con el diez por ciento adicional que reclaman. Y como si ese argumento no fuera suficientemente contundente, el señor Sánchez se ha reservado un as bajo la manga: la posibilidad de que un conflicto entre Irán y Estados Unidos dispare aún mas los índices de inflación previstos por las autoridades monetarias dominicanas.

Niñez y política

 Quisiera saber un amigo televidente, que nunca ha tenido la oportunidad de echarle una miradita a la Ley Electoral o al Código del Menor, si es legal utilizar niños y niñas para promover candidaturas de cara a las elecciones congresionales y municipales de mayo próximo, aunque ese amigo esté convencido de que, si acaso no es algo que prohíbe de manera expresa alguna ley escrita en alguna parte, sí le parece impropio e inadecuado, dado que la política no es, precisamente, la cantera de buenos ejemplos -salvo muy honrosas excepciones- que nuestros hijos debieran imitar si desean ser hombres y mujeres de bien. Una cosa es que el candidato o candidata promueva, junto a su familia, su oferta electoral entre sus conciudadanos, y otra muy distinta que se utilice a menores para ser portavoces de mensajes políticos. Mucho cuidado con eso.

Abstención

  Habrá quien considere como pertinente, oportuna y hasta necesaria la petición que hace el doctor Nelson Gómez, presidente de la Cámara Administrativa de la JCE, al doctor Leonel Fernández, para que el mandatario se sume a los esfuerzos del organismo por motivar a la población a ejercer el sufragio, dado el alto índice de abstención -poco más del 50%- que el tribunal de comicios prevé para estas elecciones de medio término. El doctor Gómez considera esa abstención como el principal desafío al que se enfrenta la JCE de aquí al 16 de mayo, un esfuerzo en el que, según su propia confesión, no ha tenido mucho éxito a pesar de la campaña de motivación que difunde por los medios de comunicación desde hace unas semanas. Lo que el doctor Gómez no dijo fue que esa esperada abstención será similar a la registrada en las elecciones congresionales y municipales del 2002, que superó el 50% en provincias como Santo Domingo y Santiago, y la democracia dominicana sigue tan campante y de los políticos ni hablar. ¿A qué viene entonces la alharaca, al extremo de querer involucrar al presidente Fernández en una tarea que si bien no le es prohibida sí le es completamente ajena?