Hoy 
Hay que lamentar la tragedia ocurrida en La Romana, donde tres niños y una anciana murieron calcinados en un incendio ocurrido en su vivienda la madrugada del pasado domingo. Pero también hay que investigar la denuncia del dirigente comunitario Armando Ortiz, padre de dos de los niños fallecidos, quien asegura que el fuego fue provocado por delincuentes del barrio en represalia por sus denuncias de los desmanes y tropelías que cometen en el sector.
Después de todo lo que hemos visto hacer a una delincuencia desalmada, que no le teme a la autoridad ni siente ningún tipo de respeto por la vida humana, a nadie debe sorprender lo que ha denunciado, desgarrado por el dolor, el dirigente comunitario. Ortiz narró a los periodistas que alrededor de las dos de la madrugada del pasado domingo escuchó un ruido extraño, como de quien abre una ventana, en su pequeña vivienda de madera y zinc, y que luego sintió que arrojaban un artefacto que de inmediato explotó y envolvió en llamas el lugar. La Policía Nacional y su jefe, el mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, están en la obligación de poner atención a esa denuncia, determinar su veracidad, pues no es posible pasar por alto y mucho menos dejar sin castigo ni sanción un acto de barbarie de esa naturaleza.
La renuncia
Mientras continúa el éxodo de dirigentes reformistas hacia el Partido de la Liberación Dominicana para sumarse al coro reeleccionista, el último de ellos encabezado por el ex diputado Héctor Marte y otros 143 compatriotas, se produce la renuncia pública del partido de gobierno del doctor Pedro Pablo Yermenos Forastieri, y aunque a la encrespada dirigencia peledeísta pueda parecerle poco cosa en términos cuantitativos y electoralistas, las razones de su denuncia van a dar mucho de qué hablar en ciertos círculos, sobre todo por las desengañadas críticas con que dice adiós al pededeísmo. En una misiva dirigida el ingeniero Félix Bautista, secretario de organización del PLD, Yermenos lamenta que una organización fundada por Juan Bosch haya terminado siendo una de las más decepcionantes que ha tenido que sufrir el país en el transcurso de su devenir histórico. Por eso hoy -remacha Forastieri en su carta- no me cabe la menor de las dudas de que nuestro país no debe esperar nada positivo de un futuro confiado a las manos fallidas del PLD.
Aclaración
La pretendida aclaración de la empresa Sun Land a propósito del contrato suscrito con la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado para el financiamiento de una serie de obras en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), denunciado como ilegal e inconstitucional por la alta dirigencia del Partido Revolucionario Dominicano, ha venido a confirmar, paradójicamente, la existencia de ese contrato de préstamo, negado en principio por la propia Sun Land, dando de paso ganancia de causa a los denunciantes, que desde los primeros desmentidos han insistido en que el contrato existe, mostrando incluso copias de los pagarés que así lo demuestran. A pesar de que el empresario Celso Marranzini, ex presidente del Consejo Nacional de Hombres de Empresas, no ve nada pecaminoso en ese contrato al igual que el doctor Virgilio Bello Rosa, lo cierto es que resulta difícil dar por buena y válida una operación de esa envergadura. Estamos hablando de 130 millones de dólares, por más legal o constitucional que sea.
